<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aprovechó este lunes su participación en el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE (CAE) en Bruselas para abordar con su colega de Polonia, Radoslaw Sikorski, la propuesta española para oficializar el uso del catalán, el gallego y el euskera en las instituciones europeas, a apenas dos semanas del comienzo de la presidencia polaca del Consejo de la UE.</strong></h4> “Aprovecharé este Consejo de Asuntos Exteriores para hablar con mi colega polaco sobre la carta que le remití la semana pasada para que en esta presidencia polaca, igual que con las presidencias anteriores desde la presidencia española, se trata el asunto del catalán y de las lenguas oficiales, su oficialidad en el Consejo de la UE”, declaró Albares a la prensa a su llegada al Consejo. Concretamente, el ministro se refería a la carta remitida la semana pasada a Sikorski en la que se le pedía que la próxima presidencia polaca del Consejo de la UE retome la propuesta española. Esa carta, según explicó este lunes Albares, adjuntaba “el memorándum que presentó España sobre en qué condiciones y cómo se realizaría esa oficialidad”. Por ello, el encuentro bilateral de este lunes, explicó, era una “ocasión de volver a trasladarle esa solicitud de España así como explicarle más en detalle el contenido del memorándum y el hecho de que son muchos millones de ciudadanos españoles los que utilizan las lenguas cooficiales, que son parte de la identidad nacional española”. “No es un asunto político, en el sentido de politizado, sino es un asunto de identidad nacional, un asunto verdaderamente de Estado y Constitución española”, añadió. Según adelantó la agencia Efe y confirmaron fuentes diplomáticas a <em>The Diplomat</em>, durante su encuentro bilateral, Albares y Sikorski acordaron “dar un paso más” en esta propuesta mediante una próxima reunión de sus respectivos secretarios de Estado de la UE para abordar este asunto. El propio José Manuel Albares realizó las mismas gestiones en la última semana de junio con su homólogo húngaro, Péter Szijjártó, a pocos días del comienzo de la actual Presidencia magiar del Consejo de la UE. El embajador de Hungría ante la UE, Bálint Ódor, declaró por esas mismas fechas que, en principio, su país no tenía intención de debatir la propuesta de España durante su Presidencia, una advertencia que se confirmó posteriormente. El tema no figuró ni una sola vez en la agenda del Consejo durante la presidencia húngara. La modificación del régimen lingüístico europeo para oficializar el catalán, junto al euskera y el gallego, en el seno de la Unión Europea fue uno los compromisos entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los independentistas catalanes de Junts para conseguir su apoyo en la votación de investidura. Por ello, el Gobierno aprovechó la última Presidencia española del Consejo de la UE (segundo semestre de 2023) para introducir el tema en cuatro reuniones consecutivas del Consejo de Asuntos Generales (19 de septiembre, 24 de octubre, 15 de noviembre y 12 de diciembre de 2023), en dos de las cuales compareció incluso Albares, algo inusual en este tipo de encuentros. Pese a esa insistencia, las cuatro reuniones concluyeron sin ninguna decisión concreta, salvo el compromiso de la inminente Presidencia belga de “hacer avanzar los trabajos sobre la solicitud de España durante su mandato”. No obstante, la cuestión de los idiomas brilló por su ausencia en la agenda de todos los Consejos de Asuntos Generales del semestre belga. La modificación del régimen lingüístico de la UE requiere del apoyo unánime de los 27 Estados miembros. Algunos países han mostrado sus dudas, e incluso su abierta oposición, por motivos prácticos (su coste económico y los problemas para encontrar personal suficiente) y por su impacto posible en otros Estados miembros con lenguas minoritarias. Para convencer a los socios más reticentes, España se ha amparado en la “excepcionalidad” y la “especificidad del caso español”, no extrapolable a otros casos, y se ha comprometido a asumir los costes.