<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Rey Felipe VI presidió este martes el acto de apertura del décimo Foro Global de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC), en el que aseguró que, en el actual contexto mundial, la diplomacia es “más necesaria que nunca” y, en este sentido, “la Alianza de Civilizaciones es la puesta en práctica de la diplomacia de los valores”.</strong></h4> La localidad portuguesa de Cascais acoge esta semana el décimo Foro Global de la UNAOC bajo el lema a ‘Unidos en la paz: restablecer la confianza, reconfigurar el futuro: reflexión sobre dos décadas de diálogo en favor de la humanidad’. El encuentro, en el que se abordarán los logros de la Alianza de Civilizaciones desde su creación hace veinte años y en el que se trazará el plan para “Una sola humanidad” en los próximos años, convoca a miembros del Grupo de Amigos de UNAOC, líderes políticos, representantes de organizaciones internacionales y regionales, líderes religiosos y actores religiosos. También asisten representantes del sector privado, la sociedad civil, la academia, la juventud, las artes, los medios de comunicación, agencias donantes y fundaciones. La idea de la Alianza de las Civilizaciones fue impulsada el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. La propuesta fue asumida por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el 14 de julio de 2005 se produjo el lanzamiento oficial de la Alianza con el patrocinio de Zapatero y del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. España y Turquía siguen siendo los principales apoyos políticos y financieros de la Alianza, que cuenta con alrededor de 130 Estados miembros. Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores precisamente con Zapatero entre 2004 y 2010, ejerce el cargo de Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones desde enero de 2019. El Rey, que viajó acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, participó en el acto de inauguración junto al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres; el secretario general adjunto de Naciones Unidas y alto representante para la Alianza de Civilizaciones, Miguel Ángel Moratinos; y el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan. Durante la inauguración, el Rey pronunció un discurso en el que afirmó que, en “un mundo de complejidad creciente” como el actual, “las semillas del desencuentro anidan a veces en los pequeños detalles de las relaciones humanas: en el desconocimiento, el prejuicio y la desconfianza”, unos detalles que, “si no se detectan a tiempo y se abordan con atención, con sutileza y sensibilidad, pueden trocarse en conflictos abiertos y acabar afectando a la población de regiones enteras del globo”. “Es precisamente ahora, en este mundo del siglo XXI, cuando la diplomacia, esa herramienta pacífica que busca el entendimiento, y a ser posible la concordia, y que desde tiempo inmemorial ha encauzado las relaciones entre los pueblos, es más necesaria que nunca”, prosiguió. Los instrumentos de la diplomacia tradicional, afirmó, “siguen siendo enormemente útiles, y la prueba es todo lo que ha hecho el multilateralismo clásico por la paz y la estabilidad global”, pero, “por sí solos, ya no nos bastan”. “La diplomacia en su acepción más tradicional debe completarse con nuevos actores, nuevos ámbitos de actuación y lo que es más importante, nuevos desafíos” y “es ahí donde los instrumentos de diplomacia preventiva centrados en el diálogo intercultural e interreligioso, como la Alianza de Civilizaciones, cobran toda su lógica”. “Es muy necesario elevar mucho más nuestra visión para comprender mejor y más profundamente todo que nos une y nos debe importar como humanidad para vivir mejor y en paz en este planeta que compartimos” y, en sentido, “la Alianza de Civilizaciones es la puesta en práctica de lo que ha dado en llamarse ‘la diplomacia de los valores”, porque “tiene a la persona como eje central y consagra sus esfuerzos a derribar muros, construir puentes, compartir espacios para hacer realidad ese lema de ‘muchas culturas, una humanidad’”, manifestó. El Foro concluirá este miércoles con la ceremonia de clausura, en la que intervendrán Moratinos y los representantes de España y Turquía, y con la celebración de una rueda de prensa sobre los resultados del encuentro. <h5><strong>Albares</strong></h5> Por su parte, Albares defendió, durante su intervención en la sesión inaugural del Grupo de Amigos de la Alianza de las Civilizaciones, que se involucre más a la sociedad civil, a los jóvenes, a las mujeres, a los líderes religiosos, a las corporaciones y a los medios de comunicación en iniciativas que promuevan el diálogo intercultural y la tolerancia para la paz. El Grupo de Amigos de la Alianza de las Civilizaciones reúne a representantes de Gobiernos, organizaciones internacionales, líderes religiosos, políticos, sociedad civil, fundaciones, mundo académico, sector privado y jóvenes. El objetivo de este encuentro es abordar los principales temas de diálogo intercultural del momento, por lo que defendió que la sociedad civil debe ganar peso y tener un papel decisivo. Albares, que intervino en este encuentro junto a Guterres, Moratinos y sus homólogos turco y portugués, resaltó que la labor de fundaciones, asociaciones y universidades en la promoción del entendimiento intercultural y en la identificación de los problemas y soluciones resulta “fundamental” y por ello tienen un papel privilegiado en la Alianza de Civilizaciones, según informó Exteriores en una nota de prensa. Asimismo, puso en valor la Alianza de las Civilizaciones como “instrumento para abordar los retos que nos presenta un mundo cada día más intercultural, complejo e interconectado”, y expresó su deseo de que este Foro de Cascais sea una valiosa contribución de ideas, iniciativas y proyectos para la labor futura de la Alianza de Civilizaciones y en favor de la común responsabilidad de los países que lo forman para una Cultura de Paz. El ministro aprovechó su presencia en el foro para mantener reuniones bilaterales con los ministros de Exteriores de Bangladés, Irán, Marruecos, con el secretario general de la ONU y con Moratinos. Además, acompañó al Rey en la reunión bilateral con el presidente de Portugal.