<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, advirtió ayer de que la permanencia o la retirada del actual contingente español en Mali dependerá de lo que decidan “todos los países europeos juntos”.</strong></h4> <strong>“La situación en Mali es preocupante desde hace muchos años y precisamente por eso hay tropas españolas en el terreno, al igual que las hay de muchos países, y hay una misión de formación de la UE, EUTM Mali”</strong>, declaró Albares durante un encuentro con la prensa en el Palacio de Viana, en Madrid, después de que Francia y otros países europeos hayan amenazado con retirar sus tropas de Mali como consecuencia de la hostilidad de la junta militar maliense y de la presencia de paramilitares rusos en el país. <strong>“Las decisiones que tengamos que tomar al respecto las tomaremos todos los europeos juntos porque así fue como se tomó la decisión de llegar juntos a Malí”</strong>, prosiguió Albares, en referencia a las incertidumbres que se han creado sobre la continuidad de EUTM Malí. En todo caso, anunció, él mismo tiene la intención de <strong>“analizar la situación” durante el encuentro que mantendrá hoy en Lyon con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian</strong>, en los márgenes de la doble reunión de los ministros europeos de Asuntos Exteriores y ministros de Sanidad, convocada por la presidencia francesa del Consejo Unión Europea. La semana pasada, <strong>el Gobierno de transición de Bamako expulsó del país al embajador francés, Joër Meyer, en protesta por unas “declaraciones hostiles e indignantes” de Le Drian en las que denunció la presencia en Mali de mercenarios rusos del Grupo Wagner, a los que acusó de “saquear” los recursos del país a cambio de protección a la junta militar</strong>. Albares mantuvo el pasado viernes una conversación telefónica con su homólogo galo en la que le trasladó “la solidaridad de España por la expulsión del embajador francés en Mali”. Como consecuencia de esta situación, <strong>Francia ha advertido con la posibilidad de retirar sus tropas del país</strong>, tanto las de EUTM Mali como las de la operación <em>Barkhane</em> para la lucha antiterrorista y las de la fuerza <em>Takuba</em>, formada por unidades especiales de distintos países europeos. Francia cuenta con más de 5.000 soldados en el país. Por su parte, la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, ha anunciado que su país podría replantearse la permanencia de sus más de 300 efectivos en EUTM Malí y de sus casi mil soldados en la misión de la ONU (MINUSMA). <strong>España aporta actualmente el mayor contingente (500 militares, el 24% del total) de la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Mali</strong>, encargada de formar a las fuerzas de seguridad de Mali, un país clave en la lucha contra el terrorismo yihadista y en otros retos a los que se enfrenta la seguridad de la UE y la de los demás países del Sahel y el noroeste de África. Tras el doble golpe de Estado de agosto de 2020 y de mayo de 2021, el Gobierno militar de transición, liderado por Assimi Goita –quien recientemente anunció su intención de retrasar las elecciones anunciadas para febrero de 2022 por “problemas de seguridad”- acudió a los paramilitares rusos del Grupo Wagner (liderado por un amigo personal del presidente ruso, Vladimir Putin) para que se hicieran cargo de la seguridad. El 24 de enero de este año, los ministros de Asuntos Exteriores europeos -incluido Albares- condenaron la presencia de Grupo Wagner en Mali y la decisión de las autoridades malienses de alargar el periodo de transición a cuatro años. Por su parte, <strong>la ministra de Defensa, Margarita Robles</strong>, advirtió a finales de enero durante un encuentro con sus homólogos europeos -convocado por la ministra francesa, Florence Parly- de que la presencia de la UE en el país africano es “esencial” para “evitar en Mali un vacío de gobernanza y un desastre como sucedió en Afganistán”, por lo que pidió que se haga todo lo posible para mantener los compromisos de las fuerzas internacionales en Mali, en especial los de la Unión Europea y la ONU.