<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo ayer una conversación telefónica con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, a quien trasladó “la solidaridad de España por la expulsión del embajador francés en Mali”.</strong></h4> “Hemos abordado la situación en Ucrania, las vías de distensión y las relaciones bilaterales, y <strong>le he expresado la solidaridad de España por la expulsión del embajador francés en Mali</strong>”, declaró Albares a través de su cuenta oficial de Twitter. Por su parte, Le Drian informó a través de la misma red social de que había hablado con Albares y con su colega de Italia, Luigi Di Maio, sobre “la coordinación de los europeos ante la crisis ucraniana” (<strong>Le Drian se trasladará a Kiev los días 7 y 8 de febrero acompañado por su homóloga alemana, Annalena Baerbock, para reunirse con el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba</strong>) y que los tres ministros habían mostrado su “<strong>determinación común de proseguir la lucha contra el terrorismo en el Sahel”. </strong> <strong>El embajador francés en Bamako, Joër Meyer, fue expulsado esta semana por el Gobierno de transición maliense en protesta por las “declaraciones hostiles e indignantes” de Le Drian en las que denunció la presencia de mercenarios rusos del Grupo Wagner en Mali</strong>, a los que acusó de “saquear” los recursos del país a cambio de protección a la junta militar. El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha condenado la “injustificada” decisión del Gobierno maliense y <strong>Francia anunció este pasado jueves que estaba preparando, junto con sus socios de la UE y África Occidental, la salida de las tropas francesas y europeas que combaten el terrorismo islámico en Mali. </strong>“En vista de las recientes medidas tomadas por Malí, tenemos que preguntarnos honestamente si los requisitos previos para el éxito de nuestro compromiso conjunto siguen vigentes”, declaró, por su parte, <strong>Annalena Baerbock</strong>. <strong> </strong> <strong>Francia cuenta con más de 5.000 soldados en el país. Aparte, España aporta actualmente el mayor contingente (600 militares) de la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Mali (EUTM)</strong>, encargada de formar a las fuerzas de seguridad de ese país. Mali es un país clave en la lucha contra el terrorismo yihadista y en otros retos a los que se enfrenta la seguridad de la UE y la de los demás países del Sahel y el noroeste de África. Tras el doble golpe de Estado de agosto de 2020 y de mayo de 2021, el Gobierno militar de transición, liderado por Assimi Goita –quien recientemente anunció su intención de retrasar las elecciones anunciadas para febrero de 2022 por “problemas de seguridad”- acudió a los paramilitares rusos del Grupo Wagner (liderado por un amigo personal del presidente ruso, Vladimir Putin) para que se hicieran cargo de la seguridad. <strong>El pasado 24 de enero, los ministros de Asuntos Exteriores europeos -incluido Albares- condenaron la presencia de Grupo Wagner en Mali</strong> y la decisión de las autoridades malienses de alargar el periodo de transición a cuatro años. Asimismo, Borrell anunció que existe un acuerdo político para adoptar sanciones contra quienes obstaculicen la transición, en solidaridad con la decisión adoptada recientemente por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). El presidente de Francia, Emmanuel Macron, abordó la presencia de mercenarios rusos en Mali durante el encuentro que mantuvo a mediados de enero con el presidente ruso, Vladímir Putin. Por su parte, <strong>la ministra de Defensa, Margarita Robles</strong>, advirtió a finales de enero durante un encuentro con sus homólogos europeos -convocado por su homóloga francesa, Florence Parly- para abordar la situación en Mali, de que la presencia de la UE en el país africano es “esencial” si se quieren crear las condiciones de seguridad necesarias para que prosperen las iniciativas de gobernanza democrática y de desarrollo de la población maliense. La aportación internacional, “aunque las condiciones no sean fáciles”, resulta “fundamental para evitar en Mali un vacío de gobernanza y un desastre como sucedió en Afganistán”, sostuvo la ministra, quien insistió en la importancia de continuar haciendo todo lo posible por mantener los compromisos de las fuerzas internacionales presentes en Mali, en especial los de la Unión Europea y la ONU.