<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha condenado este martes, 25 de noviembre, los últimos ataques aéreos rusos contra objetivos civiles e infraestructuras energéticas en Ucrania, que han causado al menos una decena de muertos.</strong></h4> “Condeno los nuevos ataques aéreos rusos contra objetivos civiles e infraestructuras energéticas en Ucrania, que han causado más muertes y destrucción la pasada noche en Kyiv y otras zonas del país”, escribió el ministro en las redes sociales. “España sigue al lado del pueblo y el Gobierno de Ucrania, de su derecho a vivir en paz y seguridad. Trabajamos con el pueblo ucraniano por una paz justa y duradera, que respete su soberanía e integridad territorial”, añadió. Un ataque ruso con misiles y drones contra zonas residenciales de Kyiv causó esta pasada noche al menos seis muertos y numerosos heridos, según informaron las autoridades ucranianas. Según el Ministerio ucraniano de Energía, el objetivo principal del ataque ruso fue la infraestructura energética, que ha disminuido considerablemente su capacidad de generación y procesamiento de gas a causa de los reiterados bombardeos de este otoño. Aparte, también se han registrado ataques contra puertos y plantas energéticas en la región de Odesa y el disparo de 162 drones contra infraestructuras civiles en las regiones ucranianas de Cherníguiv (norte), Járkov (noreste) y Dnipropetrovsk (centro-este), según informó la Fuerza Aérea de Ucrania. En Járkov murieron cuatro civiles: tres mujeres de 27, 41 y 69 años y un hombre de 55. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha asegurado que cuatro de estos drones violaron el espacio aéreo de países aliados como Moldavia y Rumanía y ha reclamado el envío de más armas y sistemas antiaéreos para impedir futuros ataques. <h5><strong>En pleno plan de paz</strong></h5> Estos ataques, que según las ucranianas estaban dirigidos contra las infraestructuras energéticas, se han producido en plenas negociaciones sobre el plan de paz propuesto por Estados Unidos. Precisamente, Albares declaró este lunes por la noche a la CNN que “España quiere una paz justa y duradera en Ucrania, que respete su soberanía e integridad territorial” y advirtió de que “también debe reconocerse el papel de Europa en su propia seguridad, especialmente en lo que respecta a las decisiones dentro de la UE y la OTAN”. Aparte, el ministro conversó anoche con su homólogo de Ucrania, Andrii Sybiha, sobre el proceso abierto tras la reunión de este domingo en Ginebra entre representantes estadounidenses y ucranianos para discutir la nueva versión del controvertido plan de paz de 28 puntos del presidente de EEUU, Donald Trump, para poner fin a la guerra. “España apoya al pueblo ucraniano y al presidente Zelenski”, trasladó Albares a Sybiha, según escribió él mismo en las redes sociales. “Queremos una paz justa y duradera. La seguridad europea y las decisiones UE y OTAN son prioritarias para los europeos”, agregó. “He hablado con José Manuel Albares para discutir los resultados de las recientes negociaciones en Ginebra y los próximos pasos en nuestros esfuerzos de paz”, escribió el ministro ucraniano. “Subrayé la importancia de aumentar aún más la presión sobre el agresor, incluidas las sanciones y permitir el uso completo de los activos rusos congelados; necesitamos esta decisión lo antes posible”, explicó. “También agradecí a mi colega la reciente visita exitosa del presidente Zelenski (a España) y el apoyo constante de España a Ucrania”, concluyó. Por su parte, el anterior alto representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad y exministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha advertido, a través de las redes sociales, de que “el plan de Trump para acabar con la guerra de Ucrania muestra el fracaso del apaciguamiento seguido por la UE”. “Plegarse a sus exigencias sobre gasto militar, aranceles y desregulación digital, impuestos sobre multinacionales y suministro energético, no ha servido para nada”, lamentó. “Con el plan de 28 puntos para acabar con la guerra de Ucrania, los EEUU de Trump ya no pueden considerarse un aliado de Europa, que ni siquiera es consultada en cuestiones que afectan a su seguridad. Europa debe asumir y reaccionar ante ese cambio en la política de EEUU”, concluyó.