Texto y fotos: Juan David Latorre
Ayer, la Embajada de Venezuela organizó una cata de su Chocolate&Café en la sede de la Casa América, con la presencia de la embajadora venezolana, Gladys Gutiérrez Alvarado, y el director general de Casa América, León de la Torre.
“En nombre de esta casa, introdujo el director de Casa América, es un placer darles la bienvenida a este encuentro organizado por la Embajada de la República donde estamos saboreando ya desde que pasamos aquí por los pasillos, y se huele este café maravilloso y cuando se prueba con un poco de chocolate, la verdad es que es un gran momento de la vida. Nos reunimos en este salón de embajadores para recorrer una historia que se cultiva, se huele, se saborea y se comparte. Una historia que ha moldeado territorios, comunidades y formas de vida, y que sigue evolucionando en diálogo con los desafíos que se encuentran hoy en día.”
“El café venezolano, cultivado en zonas de altitud, viene justo de China y de otras partes del mundo donde se reconoce y se valora altamente la calidad tanto del cacao como del café. Y con ellos, también se desarrolla una economía rural que ha creado vínculos entre generaciones y paisajes. Venezuela es también un territorio clave en la historia del cacao”, prosiguió León de la Torre.
Tomó la palabra la embajadora Gladys Gutiérrez, que se preguntó “¿cómo son el café y el cacao venezolano? El cacao y el café venezolano son el resultado de ciclos de instalación agrícola, de la comunicación entre familias, productoras y unas condiciones geográficas y climáticas rígidas que dan a ambos productos características especiales. Nuestro café ha conquistado un estado internacional. Del mismo modo, nuestro cacao ha sido renombrado internacionalmente como uno de los más bien recibidos en el mundo. Estos dos productos son emblemáticos”.
Los primeros granos de café en tierras venezolanas llegaron a mediados del siglo XIII desde las Antillas. Se adaptó rápidamente a las montañas andinas, convirtiéndose en uno de los cultivos más importantes del país durante el siglo XIX y parte esencial de su identidad agrícola.
A pesar de los desafíos económicos y cambios en el mercado global, el sector cafetalero continúa mostrando potencial tanto en la producción de café verde como en sus tostados y molidas. Hay un fortalecimiento de la calidad y la trazabilidad del café, una promoción de productos de alta gama y un realce de las características propias de los granos cultivados en tierras venezolanas.
