<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La ciudad de Belém, en Brasil, acoge desde este jueves y hasta mañana viernes la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la trigésima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), dos días después de que España insistiera ante la UE en la necesidad de reducir un 90 por ciento las emisiones de CO2 de aquí a 2040.</strong></h4> La COP es un encuentro global anual en el que líderes mundiales, científicos, organizaciones no gubernamentales y representantes de la sociedad civil discuten las acciones para combatir el cambio climático. Se considera uno de los principales eventos sobre el tema en el mundo. Convocada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la conferencia como tal tendrá lugar del 10 al 21 de noviembre, pero Brasil, como país anfitrión, decidió adelantar la cumbre de jefes de Estado dar más “tiempo para reflexionar con un poco más de tranquilidad, sin la presión de la red hotelera, sin la presión de la ciudad”, según declaró el secretario extraordinario para la COP30, Valter Correia. Esta será la primera vez que el segmento de alto nivel se reunirá de manera separada de la programación oficial de la COP. En años anteriores, la cumbre de jefes de Estado tenía lugar después de la apertura oficial, en los primeros días de la programación. España estará representada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, quienes llegan este mismo jueves por la noche (madrugada del viernes en España) al aeropuerto internacional de Belém. En la jornada del viernes, Sánchez intervendrá en el Plenario General de Líderes, asistirá a la segunda sesión temática de la Cumbre, “Transición energética”, y comparecerá ante los medios de comunicación hacia las doce del mediodía, hora local (cuatro de la tarde en España). La COP30 reunirá a líderes mundiales y negociadores de los Estados miembros (o partes) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), junto con líderes empresariales, jóvenes, científicos climáticos, pueblos indígenas y la sociedad civil de 198 países, con el objetivo de debatir las medidas para hacer frente a la crisis climática: limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse a los efectos del cambio climático y lograr emisiones netas cero para 2050. La CMNUCC fue acordada en 1992 y precedió al actual Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático. Según los organizadores, los líderes mundiales llegarán con el objetivo claro de acelerar la implementación del Acuerdo de París y evaluar el progreso alcanzado desde la COP29, con especial atención a la actualización de los planes de acción nacionales (los NDC) y a la movilización de los recursos financieros prometidos por las economías desarrolladas. El pasado mes de julio, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió de que la transición para alcanzar a energía limpia y asequible para todos “es inevitable” e instó a las partes a no desaprovechar el momento para impulsar la necesaria revolución energética. La Cumbre del COP30 se produce inmediatamente después de que el Consejo Extraordinario de ministros de Medio Ambiente de la UE haya alcanzado este martes un principio de acuerdo para reducir las emisiones de CO2 un 90 por ciento de aquí a 2040, aunque con muchas concesiones. La reducción del 90 por ciento para 2040 se presenta como un punto intermedio entre el 55 por ciento que la UE debe alcanzar en 2030 y la neutralidad climática ya acordada para mitad de siglo, con implicaciones para el transporte, la agricultura, la industria o la energía. Durante el Consejo, Sara Aagesen advirtió de que el objetivo del 90% por ciento es una “línea roja” para España. “España necesita el 90 por ciento”. “La visión de España ha sido siempre de la máxima ambición, ese 90% de reducción de las emisiones respecto a 2040. Entendemos que varios Estados miembros han presentado flexibilidades, pero ahora es el momento de cerrar este expediente”, declaró a su llegada. A juicio de la vicepresidenta, en la COP30 -que se celebra justamente diez años después del Acuerdo de París. “nos jugamos mucho: nos jugamos el liderazgo internacional, que es fundamental en este contexto, extraordinariamente complicado; pero sobre todo yo creo que hablamos de una Europa más unida, cohesionada, una Europa de competitividad, de certezas, certidumbre a todos y cada uno de los inversores”. En declaraciones a 'Las Mañanas de RNE', Sara Aagesen aseguró este jueves que el “acuerdo unánime de la UE respecto a la ley europea del clima es un gran éxito y una demostración de que la agenda verde está más viva que nunca, es necesaria para dar certidumbre a todas las inversiones en esta transición”. “Ayer en Bruselas me decían que era imposible llegar a un acuerdo sobre la Ley del Clima y sobre la Contribución Determinada a nivel Nacional: hemos demostrado que es posible”, destacó. “Estamos en condiciones de lograr ese objetivo en España, en Europa y a nivel global”, prosiguió Aagesen. “España es ejemplo de que se puede crecer con fuerza económicamente a la vez que se reducen las emisiones”, añadió.