Eduardo González
El Rey Felipe VI asistió este sábado a la inauguración oficial del Gran Museo Egipcio, junto una amplia representación de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo.
Una cuarentena de jefes de Estado y de Gobierno participaron en el evento, incluidos los presidentes de Yibuti, Somalia, Palestina, Portugal, Armenia, Alemania, Croacia, Chipre, Albania, Bulgaria, Colombia, Guinea Ecuatorial, República Democrática del Congo, Ghana y Eritrea, los primeros ministros de Grecia, Hungría, Bélgica, Países Bajos, Kuwait, Líbano, Luxemburgo y Uganda y los “reyes, reinas, príncipes herederos y miembros de familias reales de Bélgica, España, Dinamarca, Jordania, Baréin, Omán, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Luxemburgo, Mónaco, Japón y Tailandia”, según informó la Presidencia egipcia.
El Rey, que viajó a Egipto acompañado por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, fue recibido en el Aeropuerto Internacional Esfinge de Giza por el ministro de Trabajo de Egipto, Mohamed Abdel Aziz Gibran, y el embajador de España en El Cairo, Sergio Román, entre otras personalidades.
A continuación, el Monarca se trasladó al Gran Museo Egipcio, donde fue recibido por el presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi, antes de mantener un encuentro con los demás jefes de Estado y de Gobierno invitados a la inauguración y realizar la fotografía oficial. Posteriormente, el Rey, Al Sisi y demás jefes de Estado y de Gobierno recorrieron el Museo.
La presencia de Felipe VI en Egipto se produce apenas mes y medio después de la primera visita de Estado de los Reyes a este país, a invitación de Abdelfatah Al Sisi. En aquella ocasión, el Rey denunció “el brutal sufrimiento” que vive la población de la Franja de Gaza y reclamó “un Estado palestino viable, que conviva en paz y seguridad con Israel”, al tiempo que reconoció “el papel mediador que Egipto viene desarrollando para lograr un acuerdo de alto el fuego, liberación de rehenes y restablecimiento pleno de la ayuda humanitaria”. Precisamente, la localidad egipcia de Sharm El-Sheij acogió el pasado 13 de octubre la firma del alto el fuego entre Israel y Hamás, a la que asistió Pedro Sánchez.
La “cuarta pirámide”
Conocido como la “cuarta pirámide”, por su diseño y proximidad a la necrópolis de Guiza, el museo albergará exposiciones permanentes que ocuparán una superficie de 85.000 metros cuadrados. La construcción en su conjunto se asentará sobre 480.000 metros cuadrados, con capacidad para recibir hasta 15.000 personas diarias.
Entre las piezas destaca una estatua vigilante de Ramsés II en el vestíbulo central, de doce metros de altura y una antigüedad de 3.200 años, que ha comenzado un nuevo reinado entre las piezas arqueológicas más destacadas del Egipto faraónico. Ramsés II, tercer faraón de la Dinastía XIX y que vivió 87 años, ordenó edificar los célebres templos rocosos de Abu Simbel para conmemorar su victoria en la batalla de Qadesh (1274 a.C.) y de su propio templo mortuorio en Tebas, actual población de Luxor.
La apertura se ha pospuesto en repetidas ocasiones por la dificultad de levantar el edificio en el desierto -a la sombra de las pirámides de Guiza- y asegurar que no hubiese reliquias debajo, un proceso de retirada de miles de toneladas de arena que ocupó diez años.
Aparte, la inauguración se ha visto afectada por los grandes acontecimientos mundiales de los últimos años. La apertura estuvo programada inicialmente para 2020, pero hubo que posponerla debido a la pandemia de Covid-19. La siguiente fecha programada fue 2022, pero se optó por retrasarla a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania y la consiguiente crisis económica. Después de que estallara la guerra en Gaza en octubre de 2023, el gobierno trasladó la apertura a julio de este año, pero la retrasó nuevamente tras el ataque de Israel a Irán el mes anterior.
