<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La Reina Letizia y el Papa León XIV han denunciado este jueves en la sede central de la FAO en Roma, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, el uso del hambre como “arma de guerra en algunos lugares del mundo”.</strong></h4> “Nos ha tocado vivir tiempos difíciles, asistimos constantemente a esa revisión de principios que creíamos inalterables desde que se fundó este sistema de Naciones Unidas, principios como el multilateralismo, la cooperación al desarrollo, el vínculo entre financiación y justicia social o la consideración de la alimentación como un derecho humano e inalienable”, afirmó Doña Letizia, embajadora especial parar la Nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante su intervención en la ceremonia oficial del “Día Mundial de la Alimentación”, que organiza la FAO con motivo de su 80 aniversario. En su discurso, la Reina enumeró “algunas razones para la desesperanza, que es lo que además señalan la FAO y otras agencias de Naciones Unidas”. “El hambre es un arma de guerra en algunos lugares del mundo y todavía es una herida abierta”, denunció, en primer lugar. Asimismo, la Reina recordó “la concentración corporativa de algunos sistemas alimentarios”, el desperdicio alimentario (“un tercio de la producción mundial de alimentos acaba en la basura”) y las “sequías, inundaciones, la desertización, fenómenos extremos del cambio climático que afectan en mayor medida a quienes menos tienen, a los más vulnerables y que resulta que son los que siempre sufren más”. “¿Quiénes son la columna vertebral de la agricultura familiar, del cuidado de los hijos, de la gestión alimentaria de los hogares?”, preguntó. “Las mujeres son quienes siguen enfrentándose a la desigualdad a la hora de acceder a recursos, a crédito, a educación y a tecnología”, advirtió. Según Doña Letizia, “España está muy comprometida con la FAO”, promoviendo “sistemas alimentarios más sostenibles y el derecho a la alimentación saludable (…), ayudando en contextos de conflicto y aportando a esta organización conocimiento técnico y especialistas siempre que se necesite”. “Voy a terminar recordando lo que dijo el Rey de España en la última Asamblea General de Naciones Unidas: la dignidad del ser humano no es negociable y solamente si ponemos en el centro de las políticas alimentarias los derechos de las personas, respetaremos esa dignidad”, concluyó. Por su parte, el Papa León XIV exhortó a la comunidad internacional a “movilizar toda energía disponible para que en el mundo no haya nadie que carezca del alimento necesario”, recordó que la lucha contra el hambre es “una responsabilidad compartida” que interpela a gobiernos, instituciones, empresas y ciudadanos y denunció que, a pesar de los avances tecnológicos y científicos, 673 millones de personas aún se acuestan sin comer cada noche y 2.300 millones no pueden acceder a una alimentación adecuada. Asimismo, denunció el uso del hambre como herramienta de conflicto, una práctica que calificó de “crimen de guerra”, y recordó, al respecto, que el Derecho Internacional Humanitario prohíbe atacar bienes esenciales para la supervivencia de la población. “Con dolor, somos testigos del uso continuo de esa estrategia cruel, que condena a hombres, mujeres y niños al hambre, negándoles el derecho más elemental: el derecho a la vida. Sin embargo, el silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos, aunque a menudo sea ignorado, acallado o tergiversado”, manifestó.