<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha defendido el papel de las lenguas cooficiales españolas y ha advertido, en ese sentido, de que “no tiene mucho sentido llamarse patriota e ir a Europa a boicotear la diversidad de España”.</strong></h4> “Espero que la gente que dice querer a España comprenda que es un país diverso y lo que no tiene sentido es que los que se dicen patriotas luego vayan a Europa para boicotear su riqueza y su diversidad lingüística y su cultura”, afirmó García Montero este jueves durante su participación en el Fórum Europa, el desayuno informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum en Madrid. “Nosotros, por la propia definición del instituto desde que se puso en marcha, nos sentimos vinculados con la diversidad de todas las lenguas del Estado y no comprendemos, a veces, la cerrazón de lo que es reconocer una riqueza”, manifestó. “Nadie tiene derecho a ser el centro ni decirle a los demás cómo tienen que hablar, sino a mantener la unidad dentro del respeto de cada cual a hablar el español”, agregó. Asimismo, García Montero defendió la necesidad de que el español se convierta en “el puente, a través de España”, entre Europa y Latinoamérica “para tener una presencia clara defendiendo unos valores en un orden del mundo que, desde China, los Estados Unidos y Rusia, se está ensuciando mucho”. “En la situación de crispación, de beligerismo, de autoritarismo que empieza a imponerse en el mundo, España, como puente entre Europa y América Latina, debe cumplir un papel fundamental”, añadió. Por otra parte, el director del Instituto Cervantes aseguró que las políticas lingüísticas del centro “no van contra el inglés”, pero reivindicó la “pujanza” del español en el mundo para evitar que el inglés “borre a las demás lenguas”. “Está muy bien ser una lengua mayoritaria y es importante que tantos millones de personas se puedan entender a lo largo de los kilómetros, pero hay que vigilar que una lengua mayoritaria no sea una lengua hegemónica que quiera borrar a las otras lenguas”, advirtió. Un idioma “puede multiplicar por cuatro las inversiones y puede multiplicar por 20 los acuerdos comerciales, porque los idiomas establecen confianza”, afirmó. “Debemos tomar conciencia de eso y, a partir de ahí, debemos defender que la economía por sí misma no es una justificación si no está al servicio de las relaciones humanas”, agregó.