<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Rey Felipe VI ha presidido este jueves en la Illa da Toxa el acto de inauguración de la VII edición del Foro La Toja – Vínculo Atlántico, en el que lamentó la “intensa campaña de descrédito” a que se halla sometida una ONU que “presenta signos de fatiga institucional y estructural que, en ciertos contextos, limitan su capacidad de respuesta”.</strong></h4> “Es evidente que el orden mundial (o desorden…), tal y como lo conocíamos, está cambiando”, afirmó el Rey durante su intervención en la sesión inaugural. “Hace un siglo, en otro tiempo convulso, ya se advertía que cuando el viejo mundo se muere y el nuevo tarda en aparecer, en ese claroscuro, surgen los monstruos”, advirtió. “Ese claroscuro podría definir nuestra época hoy”, una época en la que “la arquitectura internacional construida tras la Segunda Guerra Mundial se debilita, erosionada por crisis sucesivas, por la dificultad de sus instituciones para adaptarse a la velocidad de los cambios y por el cuestionamiento que de esa arquitectura hacen incluso algunos de los que, en su momento, fueron sus principales impulsores”, manifestó. Es una época, prosiguió, “en la que el multilateralismo se ve desplazado por la multipolaridad, por la nueva distribución de los centros de poder que se configuran sobre rivalidades geopolíticas”, en la que “proliferan actores y discursos que relativizan los valores universales, cuestionan los derechos humanos e instrumentalizan la interdependencia económica como mecanismo de presión” y en la que “el lenguaje de la concertación es reemplazado por el de la coerción y la violencia, que se impone con toda su crudeza en Ucrania, en Gaza, y en otros escenarios menos visibles, pero igualmente devastadores como en Sudán o en el gran espacio del Sahel”. “Hoy, cuando el claroscuro amenaza con prolongarse y la incertidumbre gana terreno, la exigencia de nuestro tiempo no es renunciar al multilateralismo, sino repensarlo, reforzarlo y adaptarlo a un mundo en transformación”, advirtió el Monarca. “En esta transición, donde el futuro oscila entre la reconstrucción de una cooperación internacional renovada o un orden más fragmentado y vulnerable, el multilateralismo sigue siendo una herramienta indispensable”, porque “es el marco que permite a la comunidad internacional regirse por reglas compartidas —principios, normas y procedimientos— que ordenan la convivencia entre los Estados, reducen la arbitrariedad y ofrecen mecanismos pacíficos para resolver diferencias, manteniendo viva la aspiración de un sistema internacional sustentado en la cooperación y no en la fuerza”, aseguró. “De esa aspiración nació la voluntad de crear la ONU, que hace apenas una semana celebró en Nueva York su 80 aniversario, que coincide, además, con el 70 del ingreso de España”, recordó el Rey. “La ONU representó un logro institucional de enorme trascendencia, pero, como otras instituciones, se halla sometida hoy a una intensa campaña de descrédito; también, reconozcámoslo, presenta signos de fatiga institucional y estructural que, en ciertos contextos, limitan su capacidad de respuesta”, advirtió. En el marco de la inauguración, el Rey hizo entrega del Premio “Foro La Toja – Josep Piqué” a los “padres de la Constitución” Miguel Herrero y Miquel Roca Junyent. El galardón, consistente en una reproducción artesanal del puente de La Toja, reconoce la contribución decisiva de ambos a la construcción democrática de España. La segunda sesión se abrió con la ponencia inaugural del profesor Michael Ignatieff, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024, quien mantuvo posteriormente un diálogo con Soraya Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta del Gobierno y socia de Gobierno Corporativo y Compliance de Cuatrecasas. La jornada concluyó con una mesa redonda, moderada por Arancha González Laya, decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de París y exministra de Asuntos Exteriores, en la que intervinieron el expresidente mexicano Ernesto Zedillo y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. El espacio de reflexión Foro La Toja-Vínculo Atlántico celebra los días 2,3 y 4 de octubre su séptima edición, que está marcada, según sus organizadores, por la respuesta de Europa para “cambiar sus prioridades y adaptarlas rápidamente a la nueva situación” creada por el “afán disruptivo” del segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca. Uno de los principales invitados del evento es el exprimer ministro israelí Ehud Olmert, quien ha pedido el fin de la guerra en Gaza y ha defendido la solución de dos Estados y que intervendrá el sábado.