<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Consejo Europeo, António Costa, destacó este lunes en Madrid, tras recibir el Premio Fórum Europa de manos del Rey Felipe VI, la necesidad de aumentar las inversiones europeas en defensa porque, en un momento en que “nuestros aliados nos inspiran menos confianza y nuestros adversarios incrementan sus amenazas (…), si queremos ser libres y autónomos, no podemos depender militarmente de otras potencias”.</strong></h4> “Hace cinco décadas, en Portugal y España construimos un proyecto democrático sólido y teníamos un destino claro, que era volver al centro de Europa”, afirmó Costa tras recibir el galardón, en un acto celebrado en el Teatro Real. Madrid en conmemoración del XXV aniversario de Nueva Economía Fórum. “La Unión Europea es ahora nuestro proyecto común, el de España y de Portugal, pero también el de otros 25 países y la merecida aspiración de otros muchos que desean unirse a él. Ayer lo hemos visto con la abrumadora victoria pro europea en Moldavia. Y, pese a todos los problemas y decepciones que a veces afrontamos, no debemos perder de vista que nuestro objetivo común debe ser seguir fortaleciendo nuestra Unión”, advirtió el ex primer ministro portugués. “No somos ni estadounidenses, ni rusos, ni chinos. Somos europeos, y estamos orgullosos de ello. Pero eso nos coloca muchas veces retos muy especiales, porque ser europeos significa ser diversos”, prosiguió Costa. “Es evidente que nuestro mayor aliado hasta la fecha, Estados Unidos, está cambiando, y mucho. Está cambiando, y está tratando de cambiar el orden que surgió de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial”, advirtió. “La Unión Europea es hija de ese tiempo. Tiene en su ADN la cooperación, el diálogo y el multilateralismo. Tiene entre sus principios la democracia, la igualdad y los derechos humanos”, añadió. “Y no vamos a renunciar a todo ello. Aspiramos a que Estados Unidos siga siendo un gran aliado, al tiempo que seguiremos defendiendo nuestro modelo, nuestra apuesta por el multilateralismo y un orden mundial basado en reglas, por un sistema comercial global justo y predecible. Desde la Unión Europea seguiremos diversificando nuestras relaciones comerciales con Mercosur, con México, con la India, y con una infinidad de socios más”, aseguró Costa. “Cuando nuestros aliados nos inspiran menos confianza y nuestros adversarios incrementan sus amenazas, tenemos que ser capaces de valernos por nosotros mismos”, continuó el presidente europeo. “Si queremos ser libres y autónomos, no podemos depender militarmente de otras potencias. Si queremos ser influyentes y que se nos escuche, por ejemplo, en Oriente Medio, no va a ser suficiente con enarbolar grandes principios, emitir comunicados, o blandir nuestro poder económico”, advirtió. “Por todo ello estamos aumentando nuestras inversiones en defensa, porque la paz sin defensa es una ilusión, porque el poder blando por sí solo no basta en un mundo donde, cada vez más, prevalece el poder duro”, agregó. Según Costa, “Europa debe avanzar, transformarse, atreverse a mirar más allá, movilizarse para recuperar la competitividad de la economía europea, reforzar nuestra seguridad, y afirmarse en el mundo multipolar” y, para todo ello, “Europa necesita a España, porque España no solo forma parte de Europa. España construye Europa, día a día”. “España ha sido vanguardia. Referencia en derechos. Ejemplo en libertades. Pionera en la lucha por la igualdad”, agregó. <strong>El Rey</strong> Por su parte, el Rey destacó que “España y Portugal son dos países profundamente transformados por su adhesión a la UE, que tuvo lugar un mismo 12 de junio de 1985”. “Si, pasados 40 años de aquel día, somos países más fuertes, más dinámicos, más cohesionados, se debe en gran medida a que hemos creído y hemos crecido en Europa. No me refiero tan solo a lo económico y a lo social, sino también a lo cultural: somos más fuertes porque nuestra identidad, y la de nuestras regiones, ha aprendido a reconocerse en la identidad europea”, prosiguió. “Nuestra defensa de Europa no es la defensa de un patrimonio, sino de un modo de ser y estar en el mundo: la libertad, la igualdad, el derecho, la democracia, la solidaridad. Casi siete décadas de historia y prosperidad compartidas y el recuerdo, siempre latente, del sufrimiento de dos guerras mundiales. No podemos retroceder, perder ese acervo, rendirnos a la evidencia de un parteaguas histórico que dé al traste con todo lo logrado. Debemos seguir haciendo Europa, porque la construcción europea nos define, nos impulsa, nos refuerza”, manifestó.