<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Como era de esperar, la intervención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante la Asamblea General de Naciones Unidas ha dejado tras de sí varios titulares, en los que ha acusado a los países miembros de la OTAN de estar “comprando petróleo y gas de Rusia cuando están luchando contra ella” y ha denunciado que el reconocimiento unilateral de un Estado palestino equivaldría a “una recompensa a Hamás por sus horribles atrocidades”.</strong></h4> “En siete meses, puse fin a siete guerras interminables, que dijeron que eran interminables”, a diferencia de la ONU, que ofreció poca ayuda y se limitó a emitir palabras “muy contundentes” que “no resuelven la guerra”, afirmó Trump en su intervención durante la apertura de la 80 Asamblea General, a la que asistió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Ante los desafíos globales, necesitamos más multilateralismo, más transición verde y más paz. España seguirá apoyando a ONU para que esta sea la casa del diálogo y las soluciones compartidas”, escribió el jefe del Ejecutivo. Según Trump, él “siempre” pensó que la guerra de Ucrania sería la “más fácil” de resolver gracias a su relación con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. En cambio, afirmó, el conflicto se ha prolongado durante tres años, “matando entre cinco y siete mil jóvenes cada semana”. Al respecto, el mandatario norteamericano se ofreció a poner fin a la guerra a través de los aranceles: “Si Rusia no pone fin a la guerra, Estados Unidos impondrá aranceles muy estrictos que la pondrían fin rápidamente, pero los europeos también deben adoptarlos”. Asimismo, acusó a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de hipocresía: “Están comprando petróleo y gas de Rusia cuando están luchando contra ella”, denunció. Por otra parte, Trump instó a que se tomen medidas inmediatas en Gaza y a la liberación de todos los rehenes, y advirtió de que el reconocimiento unilateral de un Estado palestino equivaldría a “una recompensa a Hamás por sus horribles atrocidades”. El presidente estadounidense también denunció que Irán es el “principal patrocinador mundial del terrorismo” y volvió a sacar pecho asegurando que, con las capacidades de enriquecimiento de uranio de ese país “completamente destruidas”, su administración también ha mediado para poner fin a la guerra de 12 días. Como también era previsible, Trump aprovechó su intervención para criticar duramente el sistema de Naciones Unidas: “Hace muchos años, ofrecí 500 millones de dólares para reconstruir las Naciones Unidas, pero decidieron tomar otro camino, lo que produjo un complejo mucho más inferior”, lamentó. “Gastaron entre dos mil y cuatro mil millones de dólares y ni siquiera consiguieron los suelos de mármol que les prometí”, agregó. En cuanto a la migración, afirmó que en 2024 la ONU gastó 372 millones de dólares en efectivo para apoyar a 624.000 migrantes que viajaron a Estados Unidos por la frontera sur. “Se supone que la ONU debe detener las invasiones, no promoverlas”, manifestó. Trump también atacó la política climática y las energías renovables. “Los molinos de viento son patéticos” y la huella de carbono es “un engaño”, aseguró. “Si no se abandona la estafa de la energía verde, el país va a fracasar”, advirtió. Poniendo como ejemplo las dificultades que atraviesa Alemania, Trump advirtió de que “la energía y la inmigración abierta están destruyendo Europa” y recordó que “China produce ahora más CO2 que todos los demás países desarrollados del mundo”.