<h6><strong>Ane Barcos</strong></h6> <h4><strong>La primera ministra socialdemócrata de Dinamarca, Mette Frederiksen, expresó públicamente su desacuerdo con las declaraciones de su homólogo español, Pedro Sánchez, sobre las protestas que interrumpieron la última etapa de la Vuelta Ciclista a España. Frederiksen subrayó que, aunque respeta el derecho a la libre expresión, considera que «el deporte no debe ser destruido por conflictos ajenos».</strong></h4> «Mi colega español rindió homenaje a los manifestantes ayer. Yo no estoy de acuerdo con eso», afirmó Frederiksen, refiriéndose al presidente del Gobierno de España, quien había mostrado su respeto por las protestas en solidaridad con Gaza, las cuales provocaron la cancelación de la última etapa de la famosa competición ciclista. Las protestas, que fueron un acto de solidaridad con la situación en la Franja de Gaza, obligaron a la organización de la Vuelta a suspender la última etapa, que estaba prevista para celebrarse en el centro de Madrid el domingo pasado. Por su parte, Pedro Sánchez había expresado previamente su “reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas” que vieron interrumpida su participación, pero también destacó su “admiración por un pueblo como el español que se moviliza por causas justas como la de Palestina”. Sin embargo, Mette Frederiksen no compartió esa visión. La primera ministra danesa subrayó que el deporte no debería ser utilizado como plataforma para manifestaciones políticas o conflictos externos a la competición misma. “El deporte debe estar por encima de cualquier tipo de interferencia política. Es crucial que protejamos estos eventos de cualquier tipo de interrupción ajena a la esencia del mismo», declaró. «El deporte del ciclismo es impresionante. Es un hombre o una mujer sola en una bicicleta, enfrentándose a la montaña o al viento. Eso es lo que lo hace tan fascinante», comentó, haciendo énfasis en lo que representa para ella el ciclismo. La primera ministra lamentó que un evento como la Vuelta Ciclista a España fuera interrumpido por las protestas. Consideró que esto no solo afectó el desarrollo del deporte, sino que fue una manifestación de lo que describió como «destrucción» de un evento deportivo que, en su opinión, debía mantenerse ajeno a las tensiones políticas. «En las últimas semanas, una carrera ciclista ha sido destruida por los manifestantes y el deporte ha sido tomado como rehén en conflictos ajenos», agregó. A pesar de su postura, Frederiksen aclaró que apoya el derecho a la libre expresión en una democracia, pero señaló que “el parlamento de la calle no tiene nada que ver con la democracia”. Además, recalcó que los manifestantes, al interferir con un evento deportivo, estaban “destruyendo el deporte y, finalmente, la democracia”. Aunque aclaró que, por lo general, evita mezclar política y deporte, la primera ministra danesa explicó que sentía que debía «hacer una excepción» en este caso, reafirmando su postura de apoyo a los atletas y a aquellos que no utilizan el deporte con fines políticos. «En lugar de rendir homenaje a los manifestantes, quiero rendir homenaje a los atletas y a todos aquellos que no destruyen nada para los demás», concluyó.