España está batiendo récord tras récord a nivel de turistas internacionales. Según el INE, nuestro país recibió un total de 44,5 millones en el primer semestre, un 4,7% más que en 2024. Se trata de un gran crecimiento teniendo en cuenta la magnitud de las cifras, pero una duda asalta al Sector: ¿Es posible el hito de los 100 millones de turistas? El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo daba por hecho en su reciente balance del curso político. Sin embargo, la realidad comienza a inclinarse hacia el lado contrario, sobre todo por el leve incremento del 1,9% registrado en junio.
Para los meses de julio, agosto y septiembre, Turespaña prevé un crecimiento del 2,8%, 3,8% y 3%, lo que supondría la llegada de 11,2, 11,3 y 9,9 millones de turistas internacionales respectivamente. En total, según estas previsiones, España habría recibido alrededor de 76,9 millones de turistas hasta septiembre, dejando el hito turístico a 23,1 millones de llegadas para el último trimestre.
Durante el pasado año, en este periodo, a nuestro país llegaron 19,8 millones de turistas, por lo que se necesitaría un crecimiento interanual aproximado del 16% para lograr al menos esos 3,3 millones restantes que llevarían a España hasta el nuevo récord, lo que parece una misión complicada. Preguntado por ello, Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, señala a NEXOTUR que la hazaña “es factible”, aunque revela que las previsiones del ‘lobby’ cifran el año en torno a los 98 millones de llegadas.
“Todo apunta a que España rozará en 2025 el hito histórico de los 100 millones de turistas internacionales”, aclara Molas, que también pone de relieve la necesaria unión entre crecimiento y sostenibilidad dados los altos niveles de desarrollo: “Lo deseable es que lleguemos a una conveniente redistribución de los flujos turísticos entre la primavera, el otoño y el invierno, es decir, fuera de la temporada de verano”.
La desestacionalización, señala, es más necesaria que nunca para el Turismo español, además de una estrategia clave a la hora de equilibrar crecimiento, competitividad y sostenibilidad dentro del modelo turístico. “Debemos hacer todo lo necesario para que el Turismo continúe siendo un factor de prosperidad y cohesión social para nuestro país”, añade.
Otras claves estratégicas
La hoja de ruta del Turismo español también pasa por una mayor diversificación de destinos y un mayor crecimiento del gasto internacional, caso este último que funciona a la perfección: en el primer semestre, se elevó un 7,5% hasta los 59.622 millones de euros.
En el apartado de la redistribución territorial, según Banco de España, las pernoctaciones hoteleras en las regiones del Cantábrico, Comunidad Foral de Navarra y La Rioja se incrementaron más de un 26% en 2023 frente al periodo previo a la pandemia, mientras que en Canarias, Baleares y Andalucía se debilitaron un 0,5%, 0,1% y 0,2% respectivamente, lo que muestra un cambio en los patrones de comportamiento que deberá consolidarse en el futuro.