La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se encontrará mañana en Escocia con el presidente de EE. UU., Donald Trump, en un momento clave para intentar cerrar un acuerdo comercial antes de la fecha límite del 1 de agosto.
La reunión, pactada tras una conversación “positiva” entre ambos líderes, busca destrabar las negociaciones comerciales entre EE. UU. y la Unión Europea, en especial para reducir los aranceles estadounidenses desde el 30 % previsto al 15 % propuesto, similar al acuerdo que Washington alcanzó con Japón. Trump ha pronosticado una probabilidad del 50 % de éxito en el pacto.
El encuentro se celebra apenas días antes de que entren en vigor las nuevas tarifas generales estadounidenses el 1 de agosto, lo que ha intensificado la urgencia. La Unión Europea, por su parte, ya ha aprobado en sus estados miembros una batería de posibles medidas de represalia frente a los aranceles de EE. UU. por valor de 93.000 millones de euros, con tipos de hasta el 30 %.
Hasta ahora, EE. UU. aplica desde abril un arancel base del 10 % sobre las importaciones europeas, junto con recargos sectoriales como el 25 % en automóviles y el 50 % en acero y aluminio. El marco que se está negociando promovería un arancel uniforme de alrededor del 15 % para las exportaciones de la UE, lo que implica una subida moderada desde el 10 %, pero una reducción frente a los tipos máximos más altos amenazados. En este proceso permanecen pendientes detalles clave sobre sectores sensibles como automóviles, semiconductores y bebidas alcohólicas.
El contexto de esta visita también se entrelaza con la agenda personal y política de Trump en Escocia: el presidente se encuentra en una gira privada que incluye la apertura próxima de un nuevo campo de golf, mientras se prepara para reunirse también con el primer ministro británico, Keir Starmer, y el líder escocés John Swinney. Además, enfrenta críticas internacionales y protestas locales por su estilo de negociación y políticas controvertidas.