<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar ha preguntado al Gobierno si va a aprovechar la elección del nuevo Papa “para modificar las relaciones diplomáticas” entre España y el Vaticano mediante la derogación del Concordato de la Santa Sede de 1979, “herencia del nacionalcatolicismo franquista”.</strong></h4> En una pregunta parlamentaria por escrito presentada el pasado 7de mayo, la formación liderada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, insta al Ejecutivo a aclarar si tiene previsto “aprovechar el cambio de la jefatura del Estado del Vaticano, con la elección del nuevo Papa”, para “modificar las relaciones diplomáticas entre ambos Estados”. Asimismo, Sumar (socio minoritario en el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez) pregunta si, entre esas modificaciones, figura “la derogación del Concordato de la Santa Sede de 1979, herencia del nacionalcatolicismo franquista”. Sumar pregunta también al Ejecutivo si va a “acabar con los beneficios fiscales que posee la Iglesia Católica” y si tiene previsto “eliminar la casilla 105 en la declaración del IRPF”. En su respuesta, registrada el 11 de junio y publicada este martes por el Boletín Oficial de las Cortes Generales, el Gobierno asegura que “el Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 18 de abril de 1961, al incidir en la igualdad soberana de los Estados y en el fomento de las relaciones de amistad entre las naciones, proporciona un marco jurídico que asegura la estabilidad y la continuidad de las relaciones diplomáticas, incluso en caso de cambio de gobierno”. Asimismo, recuerda que, “tras el periodo de sede vacante en el que cesan todos los cargos de la Curia que no son necesarios para el funcionamiento de la Santa Sede, el nuevo Papa debe proceder al nombramiento de los nuevos cargos”. En este contexto, continúa, “una de las primeras decisiones del Papa León XIV ha sido mantener a los miembros de la Curia provisionalmente, en tanto decide los nombramientos de lo que será la nueva Curia vaticana durante su Pontificado”. “Es necesario, por tanto, disponer del tiempo para que se confirmen los responsables del Gobierno de Santa Sede, dando continuidad a las buenas relaciones que se han mantenido en estos últimos años y al trabajo llevado a cabo”, concluye la respuesta.