<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La primera jornada de la Cumbre de la OTAN en La Haya, una de las más decisivas de los últimos años, ha dejado bien clara la posición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a la negativa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a elevar el gasto en defensa al 5% del PIB, defendida por el propio mandatario norteamericano y por el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte.</strong></h4> En declaraciones a los periodistas estadounidenses que le acompañaban en el avión presidencial cuando se dirigía a La Haya (recogidas por la agencia Reuters), Donald Trump aseguró que la OTAN tiene “un problema” con España a causa de su postura respecto al gasto en defensa. “No es justo que los contribuyentes estadounidenses paguen más que los europeos por la defensa colectiva”, insistió. Posteriormente, Trump publicó en Truth Social un gráfico que muestra el gasto en defensa de los países de la OTAN, destacando que Estados Unidos se acerca al billón de dólares en inversión militar, muy por encima de sus aliados. En su mensaje, Trump advirtió de su intención de discutir este desequilibrio con los demás miembros de la Alianza. Además, el gráfico compara el gasto como porcentaje del PIB, ubicando a España en último lugar con solo un 1,28%, lejos del 5% que Trump exige. También refleja, en uno de sus márgenes, las posturas de Mark Rutte, que propone un objetivo del 3,5%, y Pedro Sánchez, que considera que ese nivel sería incompatible con el sistema de bienestar español. No obstante, aunque Trump llegó a advertir de que España podría “romper” el consenso en la OTAN, otros dos Estados miembros, Bélgica y Eslovaquia, anunciaron este martes que también se opondrían a la imposición del cinco por ciento. En la apertura del Foro Público de la OTAN 2025 (primer evento de la Cumbre), Mark Rutte abordó el Plan de Inversión de La Haya, aprobado por los ministros de Defensa, que establece como objetivo que los aliados destinen el 3,5 % de su gasto público básico a defensa, y advirtió, al respecto, de que esta inversión es clave porque “si queremos evitar la guerra, debemos gastar más. Paz a través de la fuerza”. Advirtió que Rusia se está rearmando a un ritmo “realmente alarmante” y que, si la OTAN no actúa ahora, “no podremos defendernos dentro de tres a cinco años”. Subrayó también que la industria de defensa “por fin sabe lo que necesitamos” y que países como Alemania, Suecia o Noruega ya han anunciado que alcanzarán los objetivos de gasto antes de 2030. Frente a las dudas sobre Estados Unidos, Rutte fue rotundo: “Sí, están con nosotros. Pero también esperan que nosotros hagamos nuestra parte”. Asimismo, rechazó el alarmismo sobre una posible retirada estadounidense y llamó a los europeos a dejar de preocuparse y centrarse en reforzar sus capacidades. <h5><strong>El pulso de Sánchez</strong></h5> Sánchez participa durante estos dos días en una Cumbre en la que deberá sortear las presiones de Trump, de Mark Rutte y de otros aliados para que incremente hasta el cinco por ciento del PIB el gasto de España en defensa y seguridad. Fuentes de Moncloa informaron este martes a <em>The Diplomat </em>de que Pedro Sánchez no tiene previsto ningún encuentro con el presidente de Estados Unidos. El pasado domingo, el presidente del Gobierno aseguró que había llegado a un acuerdo con la OTAN para flexibilizar el gasto en defensa y, por tanto, para que no se exija a España alcanzar el cinco por ciento del PIB. “El acuerdo que hemos alcanzado hoy es bueno para España y para el conjunto de la OTAN” porque “nos va a permitir cumplir con nuestros compromisos con la alianza atlántica sin tener que elevar nuestro gasto en defensa hasta el 5% del PIB“, anunció Sánchez en una declaración ante los medios desde Moncloa. El acuerdo, alcanzado después de varias de negociaciones, permitirá modificar la declaración de la Cumbre, que tendrá lugar esta semana en La Haya. Aparte, Mark Rutte respondió ese mismo día a Sánchez, en una carta, que la Cumbre de la OTAN “otorgará a España la flexibilidad necesaria para determinar su propia vía soberana para alcanzar el objetivo de capacidad”. No obstante, el propio Rutte aseguró al día siguiente, en rueda de prensa, que “la OTAN no tiene ‘exenciones’ ni acuerdos paralelos” y advirtió de que, aunque España “cree que puede cumplir los objetivos de capacidad militar con un gasto del 2,1% del PIB”, la OTAN opina que nuestro país debería destinar, al menos, “alrededor del 3,5%”. “Sin embargo, confiamos en que España cumplirá esos objetivos”, añadió. La semana pasada, Sánchez remitió una carta a Rutte en la que aseguraba que “España no puede comprometer un objetivo concreto de gasto en relación con el PIB en esta Cumbre” porque le basta con un gasto del 2,1 por ciento para “adquirir y mantener todo el personal, equipamiento e infraestructuras pedidos por la Alianza” en los “actuales paquetes de Objetivos de Capacidades. aprobados por nuestros ministros de Defensa en junio de 2025”. Aparte, el jefe del Ejecutivo argumentaba que un incremento apresurado del cinco por ciento” afectaría negativamente al desarrollo de la “propia base industrial” y al crecimiento económico y “podría ser incompatible con nuestro Estado de Bienestar y nuestra visión del mundo”. “En el actual contexto, y de acuerdo con los Objetivos de Capacidades recientemente acordados con la OTAN, para nosotros el equilibrio significa destinar un dos por ciento de nuestro PIB a defensa y seguridad, mientras seguiremos invirtiendo en diplomacia, comercio, políticas de bienestar y ayuda al desarrollo”, aseguraba Sánchez. Por ello, el jefe del Ejecutivo proponía en su carta <strong>“</strong>que se incluya una fórmula más flexible en la declaración de este año, una fórmula que reconozca el camino de cada aliado para lograr sus respectivos objetivos de capacidad y haga que el objetivo de gasto sea opcional, o una fórmula que excluya a España de la aplicación del objetivo de gasto”. Al día siguiente de hacerse pública la carta, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insistió en que tanto España como “todos los países europeos” deben destinar el cinco por ciento de su PIB a gasto en defensa y seguridad. Según Leavitt, Trump “ha dejado muy claras sus prioridades para nuestros aliados europeos, incluida España”. “No he visto los comentarios de España; me aseguraré de que el presidente los vea”, añadió, respecto a la carta de Pedro Sánchez a Mark Rutte. <h5><strong>La Cumbre</strong></h5> La primera jornada de la Cumbre incluyó una cena ofrecida por los Reyes de los Países Bajos a los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la Cumbre de la OTAN, en el Palacio Real Huis Den Bosch, en La Haya. En esta cena, Sánchez -que viaja acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares- coincidió con Trump y con el resto de mandatarios. Al mismo tiempo, se celebraron dos encuentros a puerta cerrada: la sesión del Consejo OTAN-Ucrania en formato de ministros de Exteriores, presidida por el vicesecretario general de la OTAN, y la cena de trabajo del Consejo del Atlántico Norte en formato de ministros de Defensa, liderada por el ministro neerlandés de Defensa. En la jornada del miércoles Sánchez y Trump volverán a coincidir en la ceremonia de bienvenida y en la foto de familia de los jefes de Estado y gobierno de los Estados miembro de la OTAN y en la posterior reunión de mandatarios del Consejo del Atlántico Norte (NAC). La jornada concluirá con una rueda de prensa del presidente del Gobierno.