<h6><strong>Ane Barcos</strong></h6> <h4><strong>España, Francia y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) formalizaron este lunes su compromiso con la financiación de la nueva interconexión eléctrica a través del Golfo de Vizcaya, una infraestructura clave para reforzar la integración energética de la Península Ibérica con el resto de Europa.</strong></h4> La firma de los primeros tramos de financiación por un total de 1.200 millones de euros tuvo lugar este lunes en Luxemburgo. El acto contó con la participación de la presidenta del BEI, Nadia Calviño; el comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen; el ministro francés de Industria y Energía, Marc Ferracci; el secretario de Estado español de Transición Ecológica, Miguel González Suela; la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor; y Thomas Veyrenc, miembro del consejo ejecutivo de RTE. Esta financiación se suma a los 578 millones de euros ya concedidos por la Comisión Europea a través del mecanismo Conectar Europa. El proyecto, declarado de Interés Común por la Unión Europea, está siendo desarrollado por Inelfe, una empresa conjunta entre los operadores de redes de transporte eléctrico de España (Red Eléctrica) y Francia (RTE). Su finalidad es aumentar la capacidad de intercambio de electricidad entre ambos países, pasando de los actuales 2.800 megavatios a 5.000, un paso clave para cumplir con el objetivo europeo de lograr una interconexión del 15 % de la capacidad instalada para el año 2030. La nueva infraestructura tendrá una longitud total de 400 kilómetros, de los cuales 300 discurrirán bajo el mar, convirtiéndose así en la primera interconexión eléctrica submarina entre España y Francia. En cada extremo se instalarán estaciones conversoras, en Gatika y Cubnezais (Francia), que permitirán transformar la corriente continua en alterna, facilitando su integración en las redes eléctricas nacionales. Está previsto que la interconexión entre en funcionamiento en 2028. A partir de entonces, contribuirá a reforzar la seguridad del suministro eléctrico en España, Francia y Portugal, facilitará el acceso a una energía más limpia y asequible para millones de ciudadanos europeos, y permitirá evitar la emisión de aproximadamente 600.000 toneladas de CO₂ al año. Asimismo, reducirá el aislamiento energético de la Península Ibérica, afianzando su integración en el mercado energético europeo y mejorando la estabilidad del sistema eléctrico en su conjunto. Durante el acto, las autoridades subrayaron el valor estratégico del proyecto tanto para la transición energética como para reforzar la cohesión y solidaridad entre países europeos. La presidenta del BEI, Nadia Calviño, destacó que esta interconexión es fundamental para dejar atrás la condición de “isla energética” de la península y representa un paso decisivo hacia una Europa más integrada desde el punto de vista energético. El comisario Dan Jørgensen remarcó que contar con sistemas y mercados energéticos más interconectados es esencial para garantizar un suministro limpio y estable en todos los rincones del continente. Tanto Beatriz Corredor como Thomas Veyrenc coincidieron en señalar que el proyecto constituye un puente físico y político entre naciones, crucial para la transformación energética de Europa. Por su parte, Marc Ferracci subrayó que duplicar la capacidad de transporte eléctrico refleja el firme compromiso de Francia y España con la descarbonización. Finalmente, Miguel González Suela destacó que este acuerdo representa un avance significativo hacia la construcción de la Unión de la Energía y de un sistema eléctrico europeo más resiliente.