<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado este jueves la resolución presentada por España y Palestina sobre protección de la población civil y cumplimiento de las obligaciones jurídicas y humanitarias en relación con el conflicto en Gaza. </strong></h4> “La Asamblea General ONU acaba de adoptar la resolución presentada por España junto a Palestina. 149 países exigimos el alto el fuego inmediato, incondicional y permanente, la liberación de todos los rehenes, y el cumplimiento del derecho internacional humanitario”, escribió el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en las redes sociales. “Condenamos el uso de la hambruna como método de guerra y que se impida el acceso humanitario. Reafirmamos el compromiso con la solución de dos Estados. Es urgente aliviar el sufrimiento en Gaza. Todos debemos actuar contra esta intolerable catástrofe humanitaria”, añadió. La iniciativa, que fue anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 7 de mayo en el Congreso de los Diputados, ha salido adelante en una reunión en sesión especial de emergencia de la Asamblea General con 149 votos a favor y 12 en contra. Durante la presentación de la resolución, según informó Moncloa en una nota de prensa, el Representante Permanente de España ante Naciones Unidas, Héctor Gómez, que resaltó que "es urgente mandar un mensaje rotundo sobre Gaza". El texto, de 21 puntos, comienza exigiendo un “alto el fuego inmediato, incondicional y permanente” que sea respetado por todas las partes y reitera la exigencia de la “liberación inmediata, digna e incondicional de todos los rehenes retenidos por Hamás y otros grupos”. Subraya, además, la obligación de las partes en un conflicto armado de respetar y proteger a la población civil, y exhorta a todos los Estados a que respeten y protejan al personal humanitario, al personal de Naciones Unidas y asociado, y al personal médico, entre otros. La resolución incluye una firme condena a “toda práctica de hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra” y advierte de la obligación de “no privar a la población civil en la Franja de Gaza de bienes indispensables para su supervivencia”. Por ello, exige que Israel concluya inmediatamente el bloqueo, abra todos los pasos fronterizos y “asegure que la ayuda llegue a la población civil palestina en toda la Franja de Gaza inmediatamente y a gran escala, en línea con sus obligaciones bajo el derecho internacional y los principios humanitarios”. El texto subraya también que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) “sigue siendo la columna vertebral de la respuesta humanitaria en la Franja de Gaza”, rechaza toda acción que socave la implementación del mandato de la Agencia, y exhorta a todas las partes a permitir que la Agencia lleve a cabo su mandato con pleno respeto a los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. Además, reitera su “compromiso inquebrantable con la solución de dos Estados” por la que “dos Estados democráticos, Israel y Palestina, vivan lado a lado en paz y seguridad dentro de sus fronteras seguras e internacionalmente reconocidas”. Por ello, “rechaza firmemente los intentos de cambio demográfico y territorial en la Franja de Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental” y "reitera su rechazo inequívoco de las acciones encaminadas a desplazar por la fuerza al pueblo palestino y a apoderarse ilegalmente del territorio palestino, incluyendo cualquier acción de ese tipo en la Franja de Gaza y exige el cese inmediato y completo de tales acciones”. Asimismo, condena “todos los planes de traslados forzosos individuales o masivos, así como deportaciones de personas protegidas del territorio ocupado” y “exige un alto inmediato a toda construcción de asentamientos, expansión, confiscación de tierras, demoliciones de hogares, desalojos forzosos y violencia de colonos en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental”.