Orhan Murtezani
Ministro de Asuntos Europeos de Macedonia del Norte
Texto: Xabi González / Fotos: Juan David Latorre
Macedonia del Norte ha estado transitando un camino muy complejo hacia la integración europea, a la vez que aborda un contexto regional y global desafiante, lo cual no es una agenda fácil. The Diplomat se ha entrevistado con Orhan Murtezani, ministro de Asuntos Europeos del Gobierno de Macedonia del Norte, para explorar sus prioridades clave. Y no solo eso, también sus objetivos para los próximos años.
.- Oficialmente, Macedonia del Norte inició las negociaciones de adhesión con la UE en 2022. ¿Cómo ven a su país hoy en términos de alineación con la UE?
En julio de 2022, se recomendó iniciar las negociaciones y celebrar la primera CIG. Pero, lamentablemente, debido al veto búlgaro, no pudimos iniciar oficialmente las negociaciones formales. Por lo tanto, desde entonces hasta ahora, hemos tenido dificultades para iniciar los fundamentos del primer grupo.
En general, Macedonia del Norte es un ejemplo de perseverancia en la consecución del sueño europeo, ya que obtuvimos la condición de país candidato en 2025. Disculpen, ya estamos en 2025. Así que llevamos más de 20 años esperando la resolución de algunos asuntos bilaterales que no están directamente relacionados con el proceso de adhesión, pero algunos países miembros, lamentablemente, bilateralizan todo el proceso.
Durante este período, creo que hemos liderado la armonización o adopción del AKI europeo entre los países candidatos de los Balcanes Occidentales. En general, estamos entre el 45% y el 50%. Si comparamos la preparación de nuestro país con, por ejemplo, Montenegro, que se encuentra actualmente en la fase de cierre de capítulos y grupos, la diferencia es mínima.
Esto significa que podríamos haber iniciado el proceso de negociaciones hace unos 10 años. Sin embargo, la posición unilateral búlgara se convirtió en la posición común conjunta de la UE en julio, tras la decisión del Consejo de la Unión Europea. Así que ahora nos encontramos en la fase en la que debemos implementar una petición: incluir a la minoría búlgara de Macedonia del Norte en el preámbulo de nuestra constitución, ya que nuestra constitución establece que Macedonia del Norte es un estado de macedonios, parte de la nación albanesa, parte de la nación turca, etc.
Insisten en incluir a los búlgaros. Para nosotros, esto no es un gran problema, ya que también queremos incluir a montenegrinos y croatas, pero estamos seguros de que esta no es la última petición bilateral de Bulgaria. No podemos impulsar el proceso continuando las negociaciones con Bruselas y, por otro lado, las negociaciones paralelas con Sofía.
Por lo tanto, queremos ver claramente el final, porque estamos esperando demasiado. Cuando este proceso concluya, podremos modificar rápidamente la constitución y avanzar, porque eso generará un mayor entusiasmo en nuestra sociedad y podremos abrir rápidamente grupos y capítulos, y cerrarlos muy pronto.
.- Además de la vía hacia la UE, ¿cuáles son los principales retos estructurales y sociales que Macedonia del Norte debe afrontar a corto y medio plazo para consolidar la estabilidad social, no solo en el contexto de la UE?
Permítanme referirme brevemente al plan de crecimiento, adoptado por la Comisión Europea en 2023, y que ahora está empezando a implementarse. Parte de este plan de crecimiento es la llamada agenda de reformas, que nos permite acceder a 750 millones de euros.
Está organizado en cinco pilares, uno de los cuales es el Estado de derecho. Esta agenda de reformas, o plan de crecimiento, está armonizada con los informes de evaluación, el marco de negociación y todos los demás documentos estratégicos. Por lo tanto, en mi opinión, el pilar que requiere mayor esfuerzo y atención es el Estado de derecho. ¿Por qué? No es que estemos mostrando malos resultados como país. Nos encontramos en la media de la región, pero por dos razones.
Primero, porque no hay margen para el compromiso con ningún miembro de la UE en materia de Estado de derecho. En segundo lugar, la correcta implementación del Estado de derecho no solo aumentará nuestra economía y nuestro potencial, sino que también mejorará drásticamente nuestra salud democrática. Esto, digamos, nos permitirá mantener a nuestros ciudadanos en el país, ya que, como mencioné anteriormente, debido a la espera excesiva, nuestros ciudadanos prefieren abandonar el país. Y para un país con dos millones de habitantes, si no detenemos el proceso de salida del país, podríamos terminar, por ejemplo, con una población actual de solo un millón y medio de personas viviendo en Macedonia del Norte.
Por lo tanto, en mi opinión, los mayores desafíos, pero también los beneficios, se encuentran en el pilar del Estado de derecho. Y nosotros, como nuevo gobierno, y en general como Estado, estamos muy dispuestos a continuar e implementar lo necesario. Porque todo lo que nos acerca a la Unión Europea, a los valores europeos, será aceptado por nuestra sociedad.
– ¿Cómo van a abordar la fuga de cerebros que están experimentando? Porque no se trata solo de que la gente salga del país o lo abandone por motivos de trabajo, sino también de que personas con estudios y una buena formación académica en Macedonia del Norte abandonen el país.
Hay dos migraciones diferentes: una hasta la década de 1990 y otra posterior. Antes del año 2000, digamos, todos se marchaban al extranjero por motivos puramente económicos. Después del año 2000, la gente empezó a perder la esperanza. El sueño europeo mantiene viva nuestra esperanza de que nuestro Estado será más funcional, de que nuestras propiedades y familias estarán seguras, de que tendremos una buena educación y una buena salud. Por lo tanto, la integración europea no es estratégica solo en términos de adhesión a la UE, de adhesión al mercado único de la UE, etc. También lo es porque nos ayuda a abrigar la esperanza de que, como posible miembro en el futuro, también tendremos los mismos estándares que otros miembros de la UE. Esto, en mi opinión, reducirá drásticamente la inmigración, especialmente entre la población más joven.
.- En los últimos años ha habido preocupación por la polarización política y la confianza pública en las instituciones, no solo por no pertenecer a la UE, sino también por el difícil contexto regional. ¿Cómo está trabajando el gobierno para fortalecer los estándares democráticos y el Estado de derecho?
El gobierno se formó hace 11 meses. En mi opinión, es demasiado pronto, porque cada nuevo gobierno necesita aproximadamente un año para sentar las bases, elaborar los planes, evitar los presupuestos necesarios, etc.
Por lo tanto, en este momento, no puedo mostrarles estadísticas que demuestren lo que hemos estado haciendo hasta ahora, pero sí puedo decirles cuál es nuestro objetivo. Por ejemplo, uno de los tres pilares o una de las tres prioridades clave del gobierno es la integración europea. El segundo es el Estado de derecho y la lucha contra la delincuencia. Y el tercero es el desarrollo económico. Lo que hemos estado preparando hasta ahora es, primero, el marco legislativo más necesario, evitando presupuestos, formando equipos que trabajen en diversas áreas y, especialmente, trabajando en la atracción de inversión extranjera directa.
Como país, contamos con muy buenas condiciones para las empresas que vienen a invertir en Macedonia del Norte. Se están recibiendo nuevas inversiones y hay otras en el horizonte. Por lo tanto, creo que las bases ya están sentadas, los preparativos están casi terminados y, para finales de año, podremos contar con estadísticas que demuestren lo que, digamos, pretendíamos hacer.
Tenemos muchas empresas, por ejemplo, de Estados Unidos, Alemania, Países Bajos y Bélgica, que vienen a producir para empresas automotrices en el extranjero. Por lo tanto, utilizan Macedonia del Norte únicamente como centro de producción y exportación.
.- ¿Cuál es el estado actual de sus relaciones bilaterales con Grecia y Bulgaria? Y especialmente tras la resolución del problema del nombre y las posteriores tensiones con Sofía.
Las buenas relaciones de vecindad son, digamos, la primera condición previa para avanzar o convertirse en miembro de pleno derecho de la Unión Europea. Con Grecia, en este momento no tenemos ningún problema bilateral. Claro que tenemos algunos asuntos que tratamos como vecinos, como todos los tienen, pero no tenemos problemas. Tuve la oportunidad de realizar una visita oficial a Atenas, reunirme con funcionarios griegos y elaborar algunos planes. Nos apoyan mucho en el proceso de adhesión.
Pero con Bulgaria es un poco diferente, porque la frustración entre nuestros ciudadanos es muy alta, especialmente entre el grupo étnico macedonio, porque los funcionarios búlgaros, y no solo los historiadores, sino también los funcionarios, dicen que el idioma macedonio es un dialecto del búlgaro, que no son macedonios, sino búlgaros. Esto genera una enorme frustración entre nuestros ciudadanos.
Pero, en mi opinión, tenemos muchas áreas potenciales de cooperación como vecinos, empezando por el transporte, el medio ambiente, las finanzas y algunos intercambios, así que hay mucho potencial para cooperar. Hemos declarado claramente que estamos dispuestos a dialogar, pero debido a estas frustraciones, sería bueno que este diálogo contara con la mediación oficial de Bruselas o, por ejemplo, de los miembros de la Unión Europea.
.- Desde la invasión rusa de Ucrania, la UE ha puesto un renovado énfasis en la seguridad y la ampliación. ¿Cómo ha afectado la guerra a la política exterior y de seguridad de su país?
Es necesario aclarar algo. Quizás no estemos en la frontera con Rusia. Claro que no podemos compararlo con la situación en Ucrania, pero la amenaza rusa se siente en todos los países balcánicos, especialmente en aquellos que no son miembros de la UE. Afortunadamente, somos miembros de la OTAN, así que no se puede decir que existan grandes riesgos de desestabilización rápida.
Pero hemos visto anteriormente que la situación puede calentarse muy rápidamente y causar problemas. Como país, hemos apoyado mucho a Ucrania, con apoyo militar, logístico, de equipamiento, ayuda humanitaria, etc., y seguiremos haciéndolo. No es solo por solidaridad, sino porque creemos que su causa es nuestra causa común y que tienen derecho a construir su propio Estado. En ese sentido, sí. Además, como país, estamos plenamente alineados con la PESC (Política Exterior y de Seguridad Común) de la Unión Europea.
Solo tenemos una petición, digamos, y es que, al hablar de la ampliación, los miembros de la UE deben centrarse no solo en Ucrania, sino en todos los países de los Balcanes Occidentales. Deseamos que, en una sola ronda, se cierre el proceso de ampliación con todos los países de los Balcanes, ya que esto adquiriría una importancia estratégica adicional para el proceso.
.- ¿Teme Macedonia del Norte que actores externos puedan explotar los desafíos de la región para socavar la influencia de la UE en los Balcanes Occidentales? Me refiero a países como Rusia, China, etc.
Siendo honesto, diría que existe cierto riesgo potencial. Pero viendo la determinación de los países candidatos, no creo que ninguno de nosotros deje espacio para tal cosa. Porque todos los países candidatos han declarado claramente que su objetivo más estratégico e importante es unirse a la Unión Europea. Y conocemos la postura de la Unión Europea frente a Rusia.
.- Para finalizar, ¿cuál es su relación con el Gobierno español?
En primer lugar, ambos países mantienen excelentes relaciones bilaterales. Estamos muy agradecidos por el apoyo que España mostró en el trágico incendio de Cochrane, donde más de 60 personas perdieron la vida. España recibió a siete pacientes con heridas graves.
También estamos muy agradecidos por el rápido proceso de ratificación del protocolo de adhesión a la OTAN en tiempos de COVID. Si bien eran circunstancias realmente difíciles, la determinación de España era finalizar ese proceso lo antes posible. Mantenemos buenas relaciones comerciales y existe un gran potencial para fortalecerlas.
En cuanto a la integración europea, tenemos un Memorando de Entendimiento (MOU) con el Ministerio de Asuntos Exteriores de España para la cooperación en el proceso de adhesión. El pasado jueves me reuní con el Secretario de Estado para la Unión europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fernando Sampedro, y también visité las diferentes instituciones que gestionan fondos europeos y reformas de la Administración pública. Hemos debatido muchos temas potenciales que podrían requerir asistencia técnica, un cambio de expertos o formación y apoyo especiales.
Y he recibido de todos los colegas españoles una gran disposición a apoyarnos. Muy pronto presentaremos formalmente una lista de posibles áreas y temas en los que necesitaremos apoyo, y no tengo ninguna duda de que recibiremos el mayor apoyo posible, ya que, en mi opinión, España es uno de los actores clave y líderes de la Unión Europea, y contar con su apoyo nos da un gran impulso para alcanzar nuestro objetivo estratégico lo antes posible.
