<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso ha instado al Gobierno a abordar con la Administración de Estados Unidos la recuperación del uso del idioma español en “los medios oficiales de la Casa Blanca”, tras la decisión del presidente Donald Trump de cerrar la página en castellano de la web de la Presidencia norteamericana.</strong></h4> El pasado mes de enero, poco después de asumir el cargo, Trump ordenó el cierre la página en español de la web de la Casa Blanca. Tras esta decisión, el Rey Felipe VI aprovechó su intervención durante la reunión del Patronato del Instituto Cervantes, para calificar de “llamativa” la medida de Trump y el director del Instituto, Luis García Montero, denunció la “prepotencia” del mandatario norteamericano, que ha reducido al español a “una lengua de pobres y migrantes” y anunció que el Cervantes y la Real Academia Española (RAE) están barajando la posibilidad de que el próximo Congreso Internacional de la Lengua se celebre en Estados Unidos. Según los datos del Instituto Cervantes, Estados Unidos cuenta con alrededor de 60 millones de hablantes en español, lo que le convierte en el segundo país del mundo en el número de hispanohablantes, solo por detrás de México. Aparte, las previsiones indican que el 27,5 % de la población estadounidense será de origen hispano en los próximos años. En una proposición no de ley presentada por el Grupo Parlamentario Popular y aprobada el pasado 6 de mayo, en sus términos, por la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, la Cámara Baja insta al Gobierno a “apoyar el manifiesto de condena de las Academias por la eliminación del español de los medios oficiales de la Casa Blanca” y a “dirigirse al Gobierno de Estados Unidos para que recupere su utilización en los canales oficiales de la Administración”. Asimismo, la moción (publicada esta semana por el Boletín Oficial del Congreso) pide que se impulse la presencia del español en Washington DC a través del Instituto Cervantes, que se desarrolle una programación específica en Estados Unidos que ponga de relieve los vínculos históricos de la lengua española y los orígenes del país y que se presente en el Congreso, en el plazo de seis meses, un informe sobre la situación de la lengua española en Estados Unidos y sobre las actividades que piensan desarrollar las diferentes instituciones y cátedras que se financian desde el Estado y el impacto previsto de éstas. <h5><strong>Enmiendas</strong></h5> Sumar, la formación minoritaria del Gobierno de coalición, fue más allá e intentó, sin éxito, introducir un párrafo en el que se instaba al Ejecutivo a “denunciar ante la administración Trump la eliminación del español como lengua de comunicación con la Casa Blanca y demandar a esta administración por las perspectivas de cambio de esa decisión”. Por su parte, la formación ultraderechista Vox, que desde el primer momento se ha mostrado abiertamente partidaria de Donald Trump, introdujo una enmienda en la que se suprimía totalmente el párrafo en el que se instaba al Gobierno a “apoyar el manifiesto de condena de las Academias por la eliminación del español de los medios oficiales de la Casa Blanca y dirigirse al Gobierno de Estados Unidos para que recupere su utilización en los canales oficiales de la Administración” e intentó sustituirlo por otro texto en favor de “trabajar con el Gobierno de Estados Unidos por la recuperación del español en los canales oficiales, reconociendo la labor de las academias en su defensa del español en los medios de la Casa Blanca”. Asimismo, añadió un punto quinto, ajeno al sentido de la proposición no de ley, para “impulsar las modificaciones legales oportunas para proceder al cierre inmediato de las mal llamadas ‘embajadas catalanas’ en el exterior”.