<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El Rey Felipe VI fue testigo este jueves en Aquisgrán de la ceremonia de entrega del Premio Internacional Carlomagno de Aquisgrán 2025 a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que advirtió de que la UE “no puede responder eficazmente” a los nuevos retos de seguridad planteados por EEUU “con 27 políticas de Seguridad y Defensa desconectadas”.</strong></h4> Don Felipe asistió en la Sala de la Coronación del Ayuntamiento de Aquisgrán, junto al resto de jefes de Estado y de Gobierno presentes, al acto de entrega del galardón a Ursula von der Leyen, reconocida por “su liderazgo en tiempos turbulentos y su contribución a la cohesión de los Estados miembros de la Unión Europea, la contención de la pandemia, la unidad europea frente a Rusia y el impulso del Pacto Verde”. Durante el evento, el Rey pronunció unas palabras desde el atril en las que advirtió de la necesidad de rechazar las “voces peligrosas y equivocadas que argumentan que los europeos serán más libres, más independientes y soberanos si viven en comunidades políticas nacionales separadas y trabajan solos para hacer frente a los desafíos globales”. “Esta creencia reduciría a los ciudadanos europeos a residentes de Estados muy disminuidos e impotentes, expuestos y vulnerables a los caprichos de los demás” y conduciría “al debilitamiento de la UE, al desmantelamiento de algunas de sus herramientas más importantes —las que se construyeron para procurar prosperidad a los ciudadanos europeos— y a una drástica reducción de su capacidad de actuación en el escenario global”, prosiguió. “Ningún Estado europeo podría asumir este manto por sí solo. Simplemente se perdería y se regalaría a otros actores del sistema internacional, muy probablemente a otros con valores e intereses diferentes”, aseguró el Monarca. “Por lo tanto, cuando uno mira los grandes desafíos que enfrentamos, debe quedar claro para todos que la única manera de abordarlos es trabajando juntos, como ha subrayado repetidamente la presidenta Von der Leyen”, añadió. “Esto es cierto en los frentes de seguridad, económico y diplomático”, agregó. <h5><strong>Defensa y economía</strong></h5> “En cuanto a la seguridad, desde Washington se está transmitiendo un mensaje claro: los europeos deben hacer más para garantizar la Defensa de su propio continente”, afirmó el Rey. “No debemos subestimar las consecuencias de este mensaje”, porque “hoy en día son pocos los que han vivido en una Europa en la que Estados Unidos no era el principal proveedor de seguridad”, prosiguió. “Este llamamiento a la autonomía europea debe ser respondido al unísono, porque es imposible responder de otra manera”, advirtió Felipe VI. “No es posible responder eficazmente con 27 políticas de Seguridad y Defensa desconectadas, ni con 27 procesos de adquisición (de capacidades) diferentes que dan lugar a estructuras de fuerza fragmentadas”, manifestó. Por ello, en el contexto de “la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania “, es necesario “garantizar la construcción de una arquitectura de seguridad europea duradera, que pueda evitar acciones ilegales similares en el futuro”. “Europa necesita desarrollar su poder duro, y tenemos que hacerlo juntos, no puede haber seguridad sin una visión de conjunto, sin una estrategia compartida, sin una determinación común”, declaró. Los mismos razonamientos valen para “la fractura del orden económico y comercial internacional” a que se enfrenta Europa como “consecuencia de la guerra arancelaria en curso, la erosión del papel de la Organización Mundial del Comercio y el debilitamiento de bienes públicos muy importantes como la seguridad de las rutas marítimas”. “En un contexto en el que el acceso a los mercados internacionales es cada vez más difícil, la respuesta no puede venir de una mayor autolimitación, de la erección de barreras en nuestras 27 jurisdicciones”, aseguró. “Es obvio que debemos fortalecer aún más nuestro mercado único, un vasto mercado de cientos de millones de consumidores”, añadió. Según el Rey, “el proyecto europeo, en toda su dimensión —la de una comunidad económica y política integrada— refuerza la soberanía de los ciudadanos europeos”. “Los españoles somos más libres porque somos parte de Europa. Somos más ricos porque pertenecemos a la UE y a su mercado único. Nuestra cultura y nuestro idioma se comparten y protegen mejor en una comunidad de casi 500 millones de personas. Nuestros valores se defienden mejor en casa y en el extranjero y nuestros intereses avanzan aún más cuando trabajamos juntos”, manifestó. “Digo esto precisamente porque el próximo mes se cumplen 40 años de la firma de la adhesión de España a la entonces CEE (Comunidad Económica Europea), que entró en vigor el 1 de enero de 1986. Es importante recordar de dónde venimos. Somos más españoles porque pertenecemos a Europa. No al revés”, aseguró. <h5><strong>Von der Leyen</strong></h5> El acto prosiguió con la entrega del Premio Internacional Carlomagno 2025, concedido en su 75 aniversario “a una personalidad destacada de la Europa unida, cuyo liderazgo visionario, valiente y dinámico guiará a la Unión Europea en estos tiempos de profundas transformaciones”. Según la organización, la política alemana ha liderado a la Unión “como una potencia basada en ideales a favor de la paz, la democracia y la asociación, fortalecer a Europa como sociedad de valores y, a través de una mayor competitividad, garantizar que el gran proyecto europeo de la paz también pudiera cumplir su promesa a sus ciudadanos de bienestar económico y social”. Con Von der Leyen ya son 75 las personalidades galardonadas con el Premio. Aparte, ella es la tercera presidenta de la Comisión que lo recibió, tras Roy Jenkins en 1972 y Jacques Delors en 1992. El año anterior, el premio fue otorgado al presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, Pinchas Goldschmidt, como una señal de que “la vida judía es una parte importante de la historia y del presente de Europa”. Otros galardonados han sido el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el expresidente del Gobierno Felipe González, el expresidente de los Estados Unidos Bill Clinton, el presidente francés Emmanuel Macron, el actual primer ministro polaco Donald Tusk, la excanciller alemana Angela Merkel y el exjefe de la diplomacia comunitaria Javier Solana, entre otros.