Preocupación internacional por posibles interferencias políticas en las elecciones de ONU Turismo

Georgian and EU flags in Mestia with old castle and mountains on the background

Las circunstancias que rodean la detención de Giorgi Bachiashvili y el cambio de postura de Georgia alimentan las sospechas sobre un posible pacto entre Tiflis y Abu Dabi, con implicaciones en el proceso electoral de ONU Turismo.

A escasas horas de que la Asamblea General de ONU Turismo celebre su elección para renovar la secretaría general, nuevas informaciones publicadas por medios internacionales y recogidas por agencias como ServiMedia apuntan a un posible acuerdo entre Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Georgia que podría haber influido en el proceso electoral del organismo.

El trasfondo gira en torno a la reciente detención del exejecutivo de inversiones Giorgi Bachiashvili, figura relevante en la escena empresarial georgiana y crítico declarado del oligarca Bidzina Ivanishvili. Bachiashvili fue arrestado el pasado 27 de mayo tras meses de exilio en Emiratos Árabes Unidos, acusado por las autoridades georgianas de malversación de fondos vinculados a criptomonedas. El empresario ha negado los cargos, denunciando una persecución política motivada por su distanciamiento del actual poder político en Georgia y su apoyo a Ucrania.

Según medios como Civil Georgia y The Guardian, el arresto podría haber sido facilitado por una colaboración entre EAU y el gobierno georgiano. Este hecho, aparentemente judicial, habría coincidido con otro suceso de gran calado institucional: el repentino retiro del respaldo de Georgia a Zurab Pololikashvili, actual Secretario General de ONU Turismo, que optaba a un tercer mandato al frente de la organización.

La decisión de Tiflis de retirar su apoyo —anunciada apenas dos semanas antes de la votación— sorprendió a la comunidad diplomática, especialmente al producirse en paralelo al anuncio del respaldo georgiano a la candidata emiratí. Diversas fuentes señalan que esta cesión habría sido parte de un entendimiento entre ambos países, en el que la entrega de Bachiashvili constituiría un gesto político a cambio del cambio de voto en el seno de la organización internacional.

Zurab Pololikashvili, diplomático con una larga trayectoria al servicio de Georgia y de la cooperación multilateral, ha declinado hacer declaraciones públicas sobre este posible intercambio. No obstante, su entorno ha manifestado su inquietud ante lo que consideran una “instrumentalización política de los procesos judiciales y diplomáticos con fines electorales”.

La sociedad civil y diversas organizaciones de derechos humanos han expresado su alarma por lo que interpretan como una degradación institucional en Georgia. Transparencia Internacional Georgia ha denunciado el caso Bachiashvili como un “proceso judicial manipulado por intereses privados”, mientras que el abogado experto en derechos humanos Robert Amsterdam ha calificado el juicio como “amañado” y ha instado a la comunidad internacional a reaccionar ante el deterioro del Estado de derecho en el país caucásico.

Las elecciones de ONU Turismo, previstas para los días 29 y 30 de mayo, se celebran en un contexto de alta tensión geopolítica, donde las dinámicas de poder regional parecen haber irrumpido en el seno de una agencia que históricamente ha buscado preservar su neutralidad técnica e institucional.

Ante este panorama, distintas voces del ámbito diplomático y multilateral hacen un llamamiento a garantizar la transparencia del proceso y a proteger la independencia de las instituciones internacionales frente a presiones externas que puedan comprometer su legitimidad y credibilidad.

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