<h6><strong>Ane Barcos</strong></h6> <h4><strong>Justo una semana después del apagón que dejó sin suministro eléctrico a gran parte de la Península Ibérica, Teresa Ribera insistió este lunes en la necesidad de abordar el episodio con cautela. </strong></h4> “Hay que entender bien qué es lo que ha pasado”, subrayó la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la Transición Neta, Justa y Competitiva, al recordar que ya se han activado los mecanismos pertinentes para llevar a cabo un análisis en profundidad de lo sucedido. Ribera participó en un diálogo organizado por la Asociación de Periodistas Europeos de Cataluña, donde reconoció la gravedad del incidente, pero también destacó la rapidez con la que se logró restablecer el sistema eléctrico. Aseguró que todo el episodio “antes, durante y después” será objeto de escrutinio por parte de múltiples actores, tanto a nivel nacional como europeo. La vicepresidenta ejecutiva lanzó una crítica directa a quienes han aprovechado la crisis para poner en cuestión el papel de las energías renovables. Denunció lo que calificó como un “gatillo fácil” contra este modelo energético, lamentando que se dispare contra las renovables “de una forma un poco sorprendente”, especialmente cuando se trata de una transformación que, dijo, ha permitido a Europa “ser mucho más autónoma, reducir costes y proporcionar precios estables y modernos”. Ribera destacó que, gracias a esta revolución energética e industrial, los consumidores europeos han podido ahorrar más de 100.000 millones de euros durante la crisis energética provocada por el chantaje ruso. “No nos confundamos de enemigos”, advirtió. La Comisión Europea ya ha pedido evitar especulaciones mientras continúan las investigaciones. Tras la confirmación de Red Eléctrica de España de que no se trató de un ciberataque, Bruselas recalcó que el incidente pone de manifiesto la urgencia de reforzar las interconexiones eléctricas entre la Península Ibérica y el resto del continente, especialmente con Francia. En esta línea, Ribera apuntó que lo ocurrido refleja la creciente complejidad del sistema eléctrico actual, en el que la presencia masiva de energías renovables exige redes más sofisticadas, digitalizadas, interconectadas y con capacidad de almacenamiento. “Ya no estamos ante un sistema con 10 o 15 grandes plantas. Es algo mucho más complejo”, afirmó, y añadió que también los protocolos de seguridad deben adaptarse a esta nueva realidad. Consideró que una de las lecciones más evidentes del apagón es la necesidad de reforzar la inversión en redes modernas y resilientes, una idea que la propia Comisión Europea también ha respaldado con firmeza. Ribera aclaró que, aunque la Comisión Europea se ha puesto a disposición de los gobiernos de España y Portugal desde el primer momento y precisó que, por protocolo, la responsabilidad de activar el seguimiento técnico independiente recae en los operadores de los sistemas de transporte eléctrico, que ya han comenzado a coordinarse a través de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E). Este organismo, en colaboración con la Agencia de Cooperación de los Reguladores Energéticos (ACER) y técnicos de varios países europeos, elaborará primero un informe preliminar en un plazo de seis meses. Posteriormente, antes de septiembre de 2026, se presentará un informe final con un análisis más detallado del incidente y una serie de recomendaciones para reforzar la resiliencia del sistema eléctrico europeo.