<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Un total de 133 cardenales con derecho a voto (y, por tanto, a ser elegidos) participarán, a partir del próximo 7 de mayo, en la elección del Papa que sucederá al recién fallecido Francisco. </strong></h4> En total hay 135 cardenales con derecho a voto, pero dos purpurados no podrán participar en el cónclave por motivos de salud. Entre ellos se encuentra un español, el cardenal arzobispo emérito de Valencia (y exvicepresidente de la Conferencia Episcopal Española), Antonio Cañizares, de 79 años. Aunque su ausencia no le impide figurar como uno de los “papables”, el hecho de no poder ejercer su derecho a voto reduce considerablemente sus posibilidades, a la vista de los antecedentes. No obstante, España cuenta con otros cuatro cardenales con posibilidades. En total, en nuestro país hay trece cardenales, pero ocho de ellos (entre ellos Antonio María Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal Española durante cuatro periodos, entre 1999 y 2014) no podrán participar en el cónclave por haber alcanzado ya la edad de ochenta años. Los que sí pueden optar al Pontificado son José Cobo, actual arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal española; Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; Carlos Osoro, cardenal emérito de Madrid; y Ángel Fernández Artime, proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. El candidato español con más posibilidades de llegar al Pontificado, según las estimaciones, es Juan José Omella. Aparte de los nombrados, la lista de “papables” incluye también al salesiano español Cristóbal López Romero, actual arzobispo de Rabat, quien, no obstante, figura como paraguayo por haber adquirido la nacionalidad de Paraguay después de residir en ese país durante 18 años, entre 1984 y 2002. El cónclave comenzará el 7 de mayo a las 16:30 hora, tras la celebración de la Misa `Pro eligendo Pontifice’ en la Basílica de San Pedro, presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re, según recoge Vatican News, la agencia de noticias de la Santa Sede. Según la Constitución, el Cónclave – del latín ‘cum clave’, que significa cerrado – comienza entre el decimoquinto y el vigésimo día después de la muerte del Papa, después de los Novendiali, los nueve días de celebraciones en sufragio por el alma del Pontífice difunto. Aparte, desde el momento en que la Sede Apostólica queda legítimamente vacante, los cardenales electores presentes deben esperar quince días completos hasta que lleguen los ausentes. Para elegir al Papa será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios. Están previstas cuatro escrutinios por día, dos en la mañana y dos en la tarde. En todo caso, después de la trigésimo tercera o la trigésimo cuarta votación se celebra una segunda vuelta directa y obligatoria entre los dos cardenales que hayan obtenido mayor número de votos en la última votación. Los dos cardenales que quedan en pugna no podrán participar activamente en la votación. En esta segunda vuelta, el candidato que alcance la mayoría de dos tercios será el nuevo Pontífice.