<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Sumar, la formación minoritaria en el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, ha pedido el “liderazgo de España” en favor de un alto el fuego en Sudán y ha defendido el envío de “fuerzas de paz europeas para la protección de los civiles” en cuanto se den “las condiciones adecuadas para ello”.</strong></h4> En una Proposición no de Ley presentada el pasado 21 de marzo para su debate en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar advierte de que “Sudán es un país africano estratégico que conecta el Sahel, el Norte de África, el Cuerno de África y el Mar Rojo, regiones estratégicas para África y Europa”. Asimismo, recuerda que, en abril de 2023, estalló un conflicto en la capital, Jartum, entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido que “se expandió rápidamente, y existen riesgos de su ramificación en otros países y regiones, en particular en el Sahel, donde la violencia armada persiste desde 2011”. “Se trata de una región altamente volátil que requiere de todos los esfuerzos internacionales para evitar mayores escaladas y crisis de refugiados, y que tiene un impacto directo en la cuenca del Mediterráneo”, advierte la formación liderada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. En estas circunstancias, prosigue Sumar, “la situación humanitaria es crítica: decenas de miles de personas han sido asesinadas, millones de personas han perdido su hogar y existe una hambruna declarada en el norte de Darfur que Naciones Unidas ha calificado como la peor de la historia moderna”. Aparte, continúa, Sudán es el país que acoge un mayor número de desplazados internos en el mundo: nueve millones, 6,8 de los cuales son desplazados del conflicto actual. Los países vecinos han acogido hasta dos millones de desplazados, de ellos 900.000 han llegado a Chad. “Los esfuerzos diplomáticos no han surtido efecto” y, pese a que “se han tratado de promover espacios de diálogo entre ambas partes, los expertos identifican la falta de presión de las potencias para facilitar negociaciones serias y para el cumplimiento de los acuerdos”, lamenta Sumar. Por ello, y a fin de “facilitar la negociación y ayudar a frenar y paliar las catástrofes humanitarias”, Sumar insta al Gobierno a apoyar las iniciativas mediadoras para fomentar “el dialogo intercomunitario”, a “hacer uso de las relaciones con los Estados del Golfo” para que “las partes beligerantes se sienten en la mesa y negocien un alto al fuego” y a “prohibir la importación de productos o materias primas que puedan alimentar del conflicto”. También insta al Gobierno a respaldar los esfuerzos de la Unión Africana (UA) para “promover el diálogo entre los grupos de sociedad civil sobre un futuro de posguerra estable, asegurando un rol substancial para los civiles, en particular para las mujeres y las personas jóvenes”, y a “trasladar al Consejo Europeo, en cuanto se den las condiciones adecuadas para ello, empezando por un alto el fuego, la necesidad de enviar fuerzas de paz europeas para la protección de los civiles”.