<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá este próximo miércoles ante el Pleno del Congreso de los Diputados para hablar sobre los últimos acontecimientos en materia de seguridad y defensa en la Unión Europea, después de comprometerse ante los socios europeos a elevar el gasto en esta materia hasta el dos por ciento del PIB antes de la fecha prevista de 2029.</strong></h4> La comparecencia se producirá casi una semana después de la presentación, durante el Consejo Europeo en Bruselas, del Libro Blanco para la Defensa y de las primeras propuestas del plan de la Comisión para rearmar Europa. Sánchez mantuvo el pasado 13 de marzo una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios (salvo Vox) para abordar estas cuestiones. Al término de esas reuniones, el presidente del Gobierno aseguró que España está “preparada para cumplir con el presupuesto de defensa del dos por ciento del PIB”, pero también advirtió de que el Gobierno todavía no estaba en condiciones de adelantar fechas ni cifras concretas y que él mismo tampoco lo haría en su comparecencia ante el Congreso, porque todavía no se conoce cuál es el presupuesto en defensa de España según las métricas de la OTAN. El presupuesto de 2023 era del 1,28% sobre el PIB, pero la cifra de 2024 todavía no se conoce, precisó. En la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en junio en La Haya, “se va a sustanciar cuál va a ser el grado de cumplimiento de ese dos por ciento”, añadió. Aparte, como ha recordado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manual Albares (quien estará presente en el hemiciclo), en estos momentos hay un debate en el seno de la UE “sobre qué parte corresponde a los presupuestos nacionales” y qué parte corresponde al posible plan de fondos europeo. Al respecto, Sánchez recordó ese mismo día, y así se lo transmitió a los grupos parlamentarios, que España ha defendido ante la UE que el instrumento financiero de 150.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea para ayudar a los Estados miembros a aumentar su gasto en defensa “no sea solo mediante préstamos, sino también mediante transferencias”. <h5><strong>Un panorama muy tenso con el PP y con los aliados</strong></h5> Lo cierto es que Pedro Sánchez se va a encontrar un panorama ciertamente tenso en su comparecencia. Tras la reunión del 13 de junio, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, denunció que el jefe del Ejecutivo no le había concretado “nada” y le había demostrado que el Gobierno “no tiene ningún plan” para elevar la inversión militar. “El Gobierno no tiene un plan o no sabe hacerlo, o no quiere contarlo”, insistió Feijóo. “Yo no me creo que la cuarta economía del euro no tenga una orientación de cuánto tiene que incrementar el gasto”, agregó. “Llevamos dos años sin presupuestos y eso no es compatible con las inversiones de miles de millones que se nos pide”, advirtió. “Está empeñando grandes cantidades de enero que tendrán que asumir futuros gobiernos. Es lo contrario a la democracia”, denunció Feijóo, quien reclamó, además, que los acuerdos que se adopten estén “avalados por el Congreso”, porque “solo el Congreso tiene la potestad de controlar y aprobar los gastos del Gobierno”. Tal como ha dado entender el propio Pedro Sánchez, tanto en público como durante sus reuniones con los grupos, todo apunta a que no tiene ninguna intención de buscar el consentimiento del Parlamento para sacar adelante su plan de aumento del presupuesto en defensa. El otro gran escollo le va a llegar a Sánchez de sus supuestos apoyos parlamentarios, incluido su propio socio en el Gobierno de coalición, Sumar. El jefe del Ejecutivo mantuvo un encuentro el pasado 12 de marzo (un día antes de sus reuniones con los grupos) con la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, para hablar precisamente sobre este asunto. Durante esta reunión, Sánchez aseguró que el aumento de la inversión en defensa no afectará al gasto social y Díaz insistió en que lo verdaderamente prioritario es avanzar hacia la soberanía europea para superar “la dependencia de la OTAN y de EEUU” y advirtió de que el aumento del gasto en defensa por parte de los Estados miembros “no garantiza la superación de los problemas de coordinación y falta de interoperabilidad de las Fuerzas Armadas de los distintos países de la UE”, ni tampoco garantiza “una mayor autonomía estratégica, ni mayores cuotas de seguridad compartida”. El debate “no va de subir o bajar el presupuesto militar o de defensa en Europa, sino que va de reordenar la política de defensa en Europa”, declaró unos días antes en Bruselas. Este pasado jueves, 20 de marzo, Sumar unió sus votos en el Congreso a una moción del BNG en la que se instaba al Gobierno a rechazar el fondo de 800.000 millones de euros propuesto por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para gastos de defensa y la compra de armamento y a “renunciar a la participación del Estado español en la OTAN”. Tras esa votación, Pedro Sánchez declaró en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo que la postura de su “socio de Gobierno, Sumar”, forma parte de las “discrepancias históricas políticas de la política española” y de la postura tradicional de la izquierda española en materia de defensa. “La tuvo el Partido Comunista, la tuvo Izquierda Unida con su rechazo a la OTAN, la tiene Podemos y ahora la tiene Sumar, pero hay dos cosas que agradezco a Sumar: su respeto a los compromisos europeos de España, y éste es un compromiso europeo, contribuir a la seguridad y defensa, y seguir apostando por la agenda social”, añadió. Entretanto, la líder de Podemos, Ione Belarra (exministra con Pedro Sánchez), advirtió tras reunirse con el presidente del Gobierno de que sería “un error catastrófico comprometernos con el aumento del gasto militar” porque “cada euro que le vamos a destinar al aumento del gato en defensa y armas es un euro que no vamos a destinar a nuestra sanidad pública y a mejorar nuestro parque público de vivienda, que es lo que necesita la de gente en este país”. “Le he trasmitido nuestra máxima oposición” a Pedro Sánchez, añadió.