Las redes 5G son cada día más comunes. La construcción de nueva infraestructura expande constantemente el alcance y la calidad de las conexiones 5G; pero, ¿se trata de la mejor conexión disponible? Del otro lado de la contienda se encuentra la fibra óptica.
Ambas modalidades ofrecen las velocidades de conexión más rápidas del mercado en la actualidad, pero se trata de 2 opciones completamente diferentes.
Para empezar, la fibra óptica es un tipo de conexión cableada; utilizando filamentos de vidrio, transmite la señal de internet en forma de pulsos de luz, lo que permite alcanzar velocidades de conexión altísimas.
Por su parte, el 5G es un tipo de red inalámbrica que funciona con la emisión y recepción de ondas de radio. Si bien ofrece velocidades de conexión mucho más altas que su predecesor (el 4G), es más susceptible a sufrir interferencias que «ensucian» la calidad de la señal; es decir, de la conexión.
Para una conexión hogareña, nada le gana a la fibra óptica: es más rápida, menos susceptible a interferencias, tiene menos latencia y más ancho de banda. El 5G, si bien tiene un gran potencial, aún se encuentra en desarrollo.
Gran parte de las conexiones 5G hoy en día utilizan la infraestructura de las redes 4G, por lo que su calidad es menos que óptima.
La fibra óptica es la solución ideal para hogares en los que se hace un uso demandante de la conexión a internet, con juegos en línea, streaming en calidad 4K, videollamadas y transferencias frecuentes de archivos pesados. Si bien puedes disfrutar de cualquiera de estas actividades con una conexión 5G real (con infraestructura 5G), la fibra óptica te da más velocidad y, sobre todo, estabilidad y constancia en cuanto a calidad.
De hecho, si utilizas una conexión de fibra óptica en tu hogar, hay varias maneras en que puedes potenciar tu velocidad de conexión para sacarle el máximo provecho:
- Contraseña fuerte: siempre que contrates un servicio de fibra óptica, recuerda buscar tu contraseña de Wi-Fi y cambiarla por una fuerte, con letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.
- Cambia la frecuencia: la mayoría de routers modernos admiten 2 bandas de frecuencia, 2,4 GHz, que es más lenta, pero tiene más alcance, y 5 GHz, que es más rápida, aunque tiene menos alcance. Puedes entrar acá para cambiar la frecuencia de Wi-Fi.
- Configura la Calidad de Servicio (QoS): la Calidad de Servicio es una configuración del router Wi-Fi que te permite priorizar la distribución de ancho de banda para dispositivos específicos, de modo que, sin importar cuantos dispositivos estén conectados a tu red, el tuyo siempre disfrute de la misma calidad de conexión.
- Instala una red mallada: si hay zonas de tu hogar en donde la señal pierde intensidad y el internet funciona más lento o entrecortado, puedes instalar una red mallada, que expande el alcance de tu conexión manteniendo el mismo estándar de calidad.
Si bien es previsible que llegará el día en que las redes inalámbricas superen en calidad, velocidad y estabilidad a las redes cableadas, la fibra óptica se mantiene, al menos de momento, como el líder indiscutido en la contienda por la mejor modalidad de conexión a internet.