Marta Muñiz
CEO de la Universidad Schiller
Juan David Latorre
Fundada en el año 1964 por el Dr. Walter Leibrecht, la Universidad Internacional Schiller acaba de cumplir los 60 años, con el objetivo de proporcionar a los estudiantes una educación excepcional orientada al desarrollo de una carrera internacional.
Sus campus en Tampa, París, Madrid y Heidelberg dan testimonio del enfoque multicultural que ha caracterizado a esta universidad desde su nacimiento.
El edificio de la Universidad Schiller en Madrid (Paseo de Recoletos 35, muy cerca de la Plaza de Colón) ha sido equipado con las instalaciones y la tecnología más modernas. Con más de 3.000 metros cuadrados, alberga espacios de aprendizaje avanzado y proporciona las condiciones necesarias que demanda la metodología de esta Universidad, basada en el aprendizaje experiencial y la tecnología educativa digital, y con la empleabilidad de sus estudiantes como objetivo fundamental.
Entrevistamos a la CEO y presidenta de la Universidad Internacional Schiller, Marta Muñiz, a quien le preguntamos por lo que define a esta institución estadounidense, pionera en su concepto de incorporar experiencias inmersivas multiculturales como palancas de aprendizaje.
¿Qué ofrece la Universidad Internacional Schiller al alumnado que la diferencie de los demás centros universitarios?
Schiller International University se distingue por ofrecer una educación caracterizada por su enfoque internacional a través de su modelo multicampus, permitiendo a los estudiantes moverse libremente entre Estados Unidos, Francia, Alemania y España. Además, nuestros estudiantes pueden obtener una doble titulación -americana y europea- gracias a nuestros acuerdos con la Universidad de Roehampton en el Reino Unido y Dublin Business School en Irlanda.
Implementamos un modelo educativo basado en el aprendizaje experiencial y en la resolución de retos reales, lo que permite a los estudiantes desarrollar habilidades prácticas mientras colaboran en proyectos con empresas y organizaciones internacionales. Además, nuestra metodología integra tecnología educativa de vanguardia y un enfoque personalizado, garantizando que nuestros alumnos estén plenamente preparados para enfrentar los desafíos del mercado global.
Nuestros graduados salen preparados, tanto a nivel personal como profesional, para construir una carrera internacional en cualquier parte del mundo. Esta preparación se basa en una sólida formación académica, el desarrollo de competencias interpersonales y el acceso a una amplia red de contactos dentro de nuestra comunidad global, que cuenta con más de 20.000 antiguos alumnos repartidos por todo el mundo.
¿Cree que la educación universitaria internacional y multicultural puede utilizarse como antídoto contra la polarización actual, en la necesidad de formar a futuros profesionales con una visión global y comprometida con el bien común, y cómo se realiza esto con el modelo académico de la Universidad Schiller?
Estoy convencida de ello. Fuimos pioneros cuando en 1964 planteamos la necesidad de formar a los futuros profesionales en entornos internacionales, con la experiencia y sensibilidad necesarias para construir consensos en un mundo que se recuperaba de los estragos de dos guerras mundiales. La educación internacional y multicultural es clave para fomentar la empatía, la comprensión y la colaboración entre diferentes culturas y personas.
En Schiller, nuestros estudiantes provienen de más de 130 nacionalidades, lo que crea un entorno diverso e inclusivo y fomenta el desarrollo de las competencias multiculturales. En clase, los estudiantes aprenden a confrontar puntos de vista y a convivir con soluciones a problemas radicalmente distintos, y este proceso les enriquece personal y académicamente.
Nuestro modelo académico integra la resolución de problemas globales a través de proyectos reales en colaboración con instituciones como Naciones Unidas o empresas como EY, IBM, o Ecoalf, entre otras. De este modo, preparamos a los futuros líderes para abordar problemas complejos con soluciones sostenibles, éticas y creativas, promoviendo un impacto positivo en la sociedad. Nuestros graduados son ciudadanos globales que entienden los retos a los que nos enfrentamos y están comprometidos con liderar los cambios necesarios para resolverlos.
Además del conocimiento del propio país y de la situación geopolítica del mundo, la cultura, la educación, la empatía y el “saber estar” son característicos de la diplomacia. ¿Se enseñan estas actitudes en el Máster de Relaciones Internacionales y Diplomacia que imparte la Universidad?
Sí, nuestro programa de Relaciones Internacionales y Diplomacia, tanto en grado como posgrado, se basa en un enfoque integral que combina teoría y práctica. Además de desarrollar competencias analíticas en asuntos geopolíticos y diplomáticos, el programa incluye formación en habilidades interpersonales como la negociación, la resolución de conflictos y la comunicación intercultural. También promovemos la participación en simulaciones diplomáticas, foros internacionales y la interacción con profesionales de referencia, para garantizar que nuestros estudiantes no solo adquieran conocimientos técnicos, sino también las actitudes necesarias para ser diplomáticos efectivos y líderes globales.
En nuestro Máster en Relaciones Internacionales y Diplomacia, así como en el de Sostenibilidad, contamos con la colaboración de UNITAR (Instituto para la Formación y la Investigación de las Naciones Unidas). Gracias a esta colaboración, UNITAR no solo participa activamente en el diseño e impartición del programa, sino que también se ofrece a los estudiantes la oportunidad de graduarse en la sede de las Naciones Unidas en Suiza y de tener una semana de fellowship previa a la graduación, como experiencia formativa y de networking única. Además, los mejores estudiantes tienen la posibilidad de realizar un período de prácticas profesionales de entre 1 y 3 meses en cualquiera de las oficinas internacionales de Naciones Unidas.
Esta colaboración con una institución referente en las relaciones internacionales como UNITAR asegura que nuestros estudiantes estén preparados para enfrentar los retos de la diplomacia moderna y destacar en el ámbito internacional.
¿Cuál es su opinión entre la necesidad y la convivencia de la universidad pública y la privada?
Ambos modelos son esenciales para ofrecer opciones diversas y adaptadas a las necesidades de los estudiantes. Las universidades públicas cumplen un papel clave al ofrecer educación accesible, mientras que las universidades privadas, como Schiller, proporcionan programas innovadores, flexibilidad curricular y una red internacional. La colaboración entre ambas puede fortalecer el sistema educativo en su conjunto, combinando accesibilidad con excelencia académica, innovación y conexiones globales.
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