Juan David Latorre
El pasado lunes, la Embajada de Haití conmemoró el 221o aniversario de su Independencia, que se desarrolló en el Hotel Meliá Princesa, y que tuvo como protagonista al profesor Doctor Louis Jean Pierre, que pronunció una muy interesante conferencia sobre la Historia de Haití y la Sopa de Calabaza.
Carl-Eric Barthelus, encargado de Negocios de la Embajada haitiana, abrió el acto con un discurso solidario recordando “con profunda compasión a las numerosas víctimas de las catástrofes ocurridas a finales de 2024 y principios de 2025, en particular en Valencia y otras ciudades españolas causadas por la DANA, en California, en Ucrania y en Gaza, en Azerbaiyán, en Montenegro, etc., y especialmente a las numerosas víctimas de la inseguridad reinante, así como de las inundaciones ocurridas en Haití.”
“Hoy, al mirar atrás, señaló Carl-Eric Barthelus, nos encontramos ante un legado que trasciende las fronteras del tiempo, un legado forjado por el coraje, la determinación y la unidad de aquellos que, hace más de dos siglos, lucharon por la libertad, la justicia y la dignidad de su pueblo. En este día tan significativo, recordamos a los patriotas y héroes que, bajo la dirección de líderes visionarios como Jean-Jacques Dessalines, declararon la independencia de nuestra nación y enviaron al mundo un mensaje claro e inquebrantable: El derecho a la libertad y la autodeterminación no tienen fronteras.”
Prosiguió el diplomático haitiano resaltando que “la Revolución Haitiana, que comenzó como un desafío a la opresión y la esclavitud, fue un faro de esperanza no solo para el Caribe, sino también para todos los pueblos del mundo que luchaban por sus derechos fundamentales. Haití, al proclamarse independiente el 1 de enero del año 1804, no solo se convirtió en un símbolo de resistencia y valentía, sino que también reafirmó los principios universales de libertad y de igualdad”.
Se refirió también Carl-Eric Barthelus a la situación actual que tiene lugar en Haití. “A pesar de esos tiempos convulsos, señaló, Haití sigue demostrando una capacidad admirable de resiliencia y una voluntad incansable de seguir adelante. La independencia que celebramos hoy debe servir como un recordatorio no solo de nuestra historia, sino de nuestra responsabilidad colectiva de seguir construyendo una nación más próspera, más equitativa y unida. Como nación, debemos continuar promoviendo los valores que nos han dado fuerza a lo largo de los siglos: la solidaridad, la justicia social, el respeto mutuo y el compromiso con el bienestar de todos nuestros ciudadanos.”
Finalizó Barthelus saludando “fraternalmente también al Gobierno español, que nunca ha escatimado esfuerzos en su apoyo a Haití, y que siempre está a nuestro lado, incluso en los momentos más difíciles. La cooperación entre Haití y España con más de 70 años sigue siendo más fuerte que nunca, aportando tanto en la educación como en otros ámbitos capaces de contribuir en el desarrollo socioeconómico del país. Estamos convencidos de que, con el conjunto de países amigos, podemos seguir avanzando, siempre inspirados por el ejemplo de nuestros antepasados y fortalecidos por el compromiso con el futuro de nuestra nación”.
Seguidamente dio comienzo la conferencia del profesor Doctor Louis Jean Pierre, en la hizo un somero repaso a los años en que se fraguó la independencia del país, así como los hechos más relevantes del proceso, resaltando el destacado papel de las mujeres en él. Asimismo, comentó cómo la Sopa de Calabaza, elaborada por los esclavos pero prohibida para ellos, llegó a ser un símbolo de libertad y desde el 1804, año de la independencia haitiana, es tradicional consumirla todos los días 1 de enero.