<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, que tuvo lugar este miércoles después de dos años y medio de negociaciones y en el marco de la hoja de ruta establecida por España y Marruecos en abril de 2022, se ha quedado prácticamente en nada a causa de las condiciones impuestas por las autoridades marroquíes. </strong></h4> Dos vehículos cargados con productos procedentes de España atravesaron este miércoles las fronteras de Ceuta y Melilla con dirección a Marruecos. En el caso de Ceuta, se trata de la primera aduana comercial en su historia, y en el caso de Melilla, supone el primer paso de mercancías por la aduana desde la decisión de Rabat de cerrarla unilateralmente en agosto de 2018. No obstante, según informaron fuentes próximas a la operación al diario ‘El País’, los dos vehículos -una furgoneta cargada con menaje y pequeños electrodomésticos en Melilla y un camión cargado con productos de limpieza en Ceuta- fueron devueltos a España por las autoridades marroquíes por supuestos “problemas técnicos”. En el caso de Melilla, la empresa Quiles intentó en un primer momento introducir una furgoneta, pero las autoridades marroquíes rechazaron el paso de este tipo de vehículo alegando problemas de precinto de las puertas, según informó ‘El Faro de Melilla’. Por ello, se optó por enviar un camión que cumpliera con las directrices marroquíes, pero tampoco se permitió su entrada en Marruecos, pese que tanto la aduana española como la Delegación del Gobierno habían autorizado la operación. En el caso de Ceuta, aunque en un primer momento se permitió el paso del camión, finalmente también fue rechazado por “motivos técnicos”, según ‘El Faro de Ceuta’. La Delegación del Gobierno de ambas ciudades autónomas no se ha pronunciado todavía, como tampoco lo ha hecho el Ministerio de Asuntos Exteriores. La semana pasada, ‘El País’ avanzó que España y Marruecos se encontraban, después de más de dos años y ocho meses de conversaciones, en la recta final de las negociaciones para la apertura de las dos aduanas, previstas por la hoja de ruta acordada en abril de 2022 durante la visita del presidente Pedro Sánchez a Rabat y tras la sorprendente decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, que supuso un vuelco a la postura tradicional de España en este tema y permitió abrir un nuevo periodo en las relaciones bilaterales. Las fuentes gubernamentales citadas por el rotativo aseguraron que el acuerdo prevé un tránsito limitado de mercancías, con un solo camión diario por sentido en cada puesto aduanero, en horarios concretos. España, según las fuentes, solo podrá exportar determinadas mercancías, como productos de higiene y limpieza, electrodomésticos y electrónica fabricados en las ciudades autónomas, mientras que Marruecos podrá transportar todo tipo de productos frescos, como áridos, frutas, verduras y pescados, sin necesidad de control sanitario. Para Ceuta, se trata de la primera aduana comercial de su historia. En el caso de Melilla, se trata de unas restricciones muy superiores a las que regían antes del cierre en 2018. Según informaron fuentes próximas al asunto al diario ‘La Razón’, Marruecos ha advertido de que no permitirá la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla mientras no haya una declaración expresa de España en la que se defienda oficialmente la “marroquinidad” del Sáhara Occidental. De hecho, varios medios marroquíes han celebrado este jueves las restricciones impuestas por su Gobierno para aceptar la apertura de las dos aduanas, por considerarlas un paso en “la soberanía marroquí sobre los presidios de Ceuta y Melilla”. “Al imponer estas condiciones, Marruecos busca afirmar su visión soberana sobre las dos ciudades ocupadas, Melilla y Ceuta, ya que garantiza que las transacciones comerciales permanezcan bajo su plena supervisión y en consonancia con sus intereses nacionales”, escribe el diario Tanja24, con sede en Tánger, citado por ‘El Independiente’. Por su parte, el diario oficialista ‘Hespress’ advierte de que las condiciones impuestas por Marruecos “no agradarán a los comerciantes de los dos presidios, que arrojaron toneladas de productos al año a Marruecos sin pagar impuestos”. De momento, el PP pidió el pasado viernes la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados para tratar de obligar al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a que explique en el Parlamento las “condiciones impuestas” por Marruecos para la reapertura de la aduana comercial de Melilla. Por su parte, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (del PP), ha advertido de que la reapertura de la aduana comercial con las condiciones “impuestas” por Rabat implica una “pérdida de soberanía económica y política” y que Melilla corre el riesgo de ser tratada como si fuera una ciudad marroquí.