<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, efectuará la próxima semana una nueva gira por Oriente Medio que incluirá Líbano, donde el general Joseph Aoun fue nombrado este jueves presidente del país después de más dos de años sin jefe de Estado por falta de consenso</strong><strong>, y Siria, apenas un mes después de la caída del régimen de Bashar al Asad y donde presidirá el izado de bandera en la Embajada de España, que permanece arriada desde la salida del embajador en 2012.</strong></h4> Según informó el Ministerio en una nota de prensa, Albares comenzará su gira en Beirut, donde tiene previsto mantener encuentros políticos de alto nivel para abordar la situación en el país. Precisamente, el Gobierno de España ha saludado este jueves la decisión del Parlamento libanés de elegir al general Joseph Aoun para el cargo de presidente la República libanesa y ha expresado su deseo de “seguir trabajando estrechamente con las autoridades libanesas en favor de la paz, la soberanía y la estabilidad del Líbano y de toda la región”. En la capital libanesa, el ministro abordará la relación bilateral y la contribución de España a Líbano a través de la Cooperación Española. Aparte, Albares, que ya visitó Líbano el pasado año por estas mismas fechas, tiene previsto encontrarse con la Coordinadora Especial de Naciones Unidas, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el Coordinador Especial Humanitario, Imran Riza, para abordar la situación humanitaria que se vive en la región. También forma parte de la agenda del ministro un encuentro con el general español Aroldo Lázaro, comandante en jefe de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), y con el nuevo presidente, Joseph Aoun, en este casi en su calidad de jefe de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL), con quienes valorará el cumplimiento del acuerdo de alto el fuego alcanzado al pasado 27 de noviembre (a punto de cumplirse el periodo de 60 días fijado por el acuerdo), el apoyo de España al redespliegue de las Fuerzas Armadas libanesas en el sur del país y el papel en esta nueva etapa de la FINUL, de la que España es uno de los principales contribuyentes. <h5><strong>Siria</strong></h5> Al día siguiente, el ministro español tiene previsto desplazarse a Damasco, en la que constituye su primera visita al país, cinco semanas después de la caída del régimen de Bashar Al Asad. En este país, el titular de Exteriores tiene previsto reunirse con líderes de las minorías étnicas y religiosas del país y con mujeres de la sociedad civil, así como con organizaciones humanitarias que realizan su trabajo el terreno. También visitará la prisión de Sednaya, en memoria de las víctimas de la represión del régimen de Al Asad. Albares aprovechará su viaje para homenajear la labor del personal de la Embajada de España en Siria con un encuentro personal y una visita a las instalaciones, en las que presidirá el izado de bandera. La bandera se arrió con la salida del embajador en 2012 y no se ha izado desde entonces. La Embajada se quedó reducida al mínimo esencial en 2012 después de que España decidiera la retirada de su embajador en Damasco en represalia por la política represiva del régimen de Al Assad contra las protestas antigubernamentales. Al frente de la representación hay, desde entonces, un encargado de negocios con residencia en Beirut. Fuentes de Exteriores han precisado que, de momento, no se prevé el nombramiento de un nuevo embajador en Siria. El pasado 23 de diciembre, el Consejo de Ministros nombró enviado especial para Siria al diplomático Antonio González-Zavala, cuya misión, según anunció el propio Albares una semana antes, será “trasladar unas líneas rojas claras” a las nuevas autoridades surgidas del derrocamiento del régimen de Bashar al Assad. Entre las citadas “líneas rojas”, Albares mencionó “que el futuro de Siria sea un futuro pacífico, que lo que hoy es un movimiento militar se convierta en un movimiento político (en referencia a Hayat Tahrir al Sham, HTS, el grupo armado yihadista que lideró el derrocamiento a Al Assad) y que sea un futuro inclusivo con un respeto escrupuloso a las minorías étnicas y religiosas”.