<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El trabajo de las Fuerzas Armadas para paliar los efectos de la dana que arrasó varias localidades de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha fue el eje del <a href="https://www.casareal.es/ES/Actividades/Paginas/actividades_discursos_detalle.aspx?data=6679" target="_blank" rel="noopener">discurso que el Rey Felipe VI dirigió ayer a los militares</a> reunidos en el Palacio real de Madrid con motivo de la celebración de la Pascua Militar.</strong></h4> El Rey, con uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, describió las labores de los 8.500 militares de los tres Ejércitos y la Unidad Militar de Emergencias (UME) que fueron desplazados a la zona afectada como "la mayor operación militar, especialmente logística, en territorio nacional y en tiempo de paz”. Y animó a los militares a seguir trabajando porque "queda un largo camino por delante" en la reconstrucción de la zona. Previamente, <strong>la ministra de Defensa, Margarita Robles, subrayó en su intervención que "la prioridad para 2025 es el total apoyo a la reconstrucción” de las zonas afectadas</strong>. Margarita Robles insistió en que los militares "estarán en Valencia el tiempo que sea necesario", y recordó que con su trabajo han dado una "lección de entrega, trabajo conjunto y la humildad de no querer sentirse protagonistas”. "Nuestras Fuerzas Armadas siempre responden con una sola voz, firme y clara, a la llamada a defender nuestra seguridad, integridad y libertad; y eso es así porque las componen hombres y mujeres nobles, capaces, comprometidos, que hacen del servicio a España y a los españoles una vocación y una razón de vida”, añadió el Rey, que además hizo un completo repaso de las misiones desarrolladas por las Fuerzas Armadas en el exterior, empezando por el contingente desplazado al<span style="font-family: -apple-system, BlinkMacSystemFont, 'Segoe UI', Roboto, Oxygen-Sans, Ubuntu, Cantarell, 'Helvetica Neue', sans-serif;"> Líbano que, "en un marco de gran tensión como el que se vive en Oriente Próximo, sigue desarrollando los cometidos que se recogen en la resolución 1701 de Naciones Unidas".</span> Tampoco olvidó a los "<strong>más de 2.500 militares de nuestras Fuerzas Armadas que participan en las misiones de disuasión y defensa de la OTAN en el este de Europa</strong>", tanto en Eslovaquia como en Letonia, Estonia, Lituania, Turquía y Rumanía, ni "a los buques de la Armada que integran las agrupaciones navales permanentes de la OTAN en el Mediterráneo y el Atlántico". Hubo, por supuesto, mención especial al apoyo de España a Ucrania a través del acuerdo bilateral de seguridad y defensa, "que garantiza la formación de militares ucranianos en suelo español y el apoyo a las mejoras en el material militar y en la industria de defensa". En este sentido, el Rey aseguró que "el apoyo de España y la Unión Europea a Ucrania refleja un compromiso absoluto con la salvaguarda de la paz y la seguridad internacionales. <strong>Seguiremos trabajando en el desarrollo de los mecanismos bilaterales dentro del marco de la UE y la OTAN, con el firme propósito de apoyar a Ucrania en su búsqueda de la paz".</strong> Don Felipe y Doña Letizia acompañados por la Princesa de Asturias —que en menos de 48 horas embarcará como guardiamarina en el buque-escuela Juan Sebastián Elcano— presidieron ayer la tradicional celebración de la Pascua Militar, cuyo origen se remonta al reinado de Carlos III. El 6 de enero de 1782, tras recuperarse la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación. <strong>La celebración de la Pascua Militar, constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar.</strong> En dicho acto se realiza un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.