<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha recibido las cartas credenciales del nuevo embajador de España, Álvaro Albacete, ante quien defendió el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre los dos países.</strong></h4> El acto tuvo lugar el pasado 23 de diciembre en el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia venezolana, según informó la página web del Gobierno de Maduro. Durante el acto, el mandatario destacó la importancia de “fortalecer las relaciones bilaterales entre Venezuela y España” y destacó el “deseo de ambos países de fomentar el diálogo y la cooperación en diversas áreas”, incluyendo la economía, la cultura y la política. “Este encuentro marca un nuevo capítulo en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y España, con la esperanza de que se consoliden vínculos más estrechos en el futuro”, declaró el Ejecutivo bolivariano. Maduro estuvo acompañado en este encuentro por su esposa (“la primera combatiente”), la parlamentaria Cilia Flores; el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil; el ministro consejero de la Embajada de España, Ricardo Santos Alfonso, y el cónsul adjunto de la Embajada de España, José del Palacio Tamarit. Álvaro Albacete -hasta entonces director del Gabinete del ministro de Cultura, Ernest Urtasun- fue elegido embajador en Venezuela por el Consejo de Ministros a principios de diciembre, en sustitución de Ramón Santos, quien está próximo a alcanzar la edad de jubilación obligatoria para los diplomáticos. Se trata de “un cambio con toda normalidad”, declaró a la prensa el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. “El embajador que hemos nombrado es un embajador de enorme experiencia en muy distintos escenarios, en lo multilateral y en lo bilateral, tanto en el exterior como también con altos cargos en España y que nos ofrecía todas las garantías para que los intereses de España, que es lo importante, estén perfectamente protegidos en Caracas”, concluyó. Con su nombramiento, Albares ha conseguido cerrar el nombramiento de un nuevo embajador en Caracas antes del 10 de enero, día en que debería producirse el traspaso de poderes en el país. Maduro Maduro fue declarado ganador en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio frente al candidato opositor Edmundo González Urrutia en medio de las presuntas irregularidades denunciadas por la oposición. Varios Estados sudamericanos se han negado a reconocer los resultados y algunos incluso han suspendido las relaciones diplomáticas con el gobierno de Caracas. Las actas electorales publicadas por la oposición otorgan a González Urrutia la victoria en las elecciones, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó oficialmente la victoria de Maduro. En estas circunstancias, las dos Cámaras del Parlamento español, el Congreso y el Senado, aprobaron a mediados de septiembre, por iniciativa del PP y con el voto en contra del PSOE, sendas proposiciones no de ley en las que se instaba al Gobierno a reconocer a González Urrutia como “presidente electo” de Venezuela. Por las mismas fechas, Yván Gil llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Gladys Gutiérrez, y convocó a Ramón Santos como respuesta a las “insolentes, injerencistas y groseras” declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que se refirió al Gobierno de Nicolás Maduro como una “dictadura”. Durante su encuentro con Santos, Gil le advirtió de que Caracas no aceptaría “ninguna acción injerencista por parte del Gobierno de España”. Hasta la fecha, el Gobierno español ha insistido en reclamar la publicación de las actas como condición para reconocer los resultados electorales y ha optado (al igual que la mayor parte de los 27 Estados de la UE y de la comunidad iberoamericana) por no reconocer, de momento, a González como “presidente electo”. El 8 de septiembre, Edmundo González Urrutia huyó de su país después de que se emitiera una orden de arresto en su contra y fue trasladado desde Caracas por un avión de la Fuerza Aérea española a Madrid, donde solicitó asilo político. El pasado 20 de diciembre, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció en el Congreso que el Gobierno ya había concedido el asilo político a Edmundo González Urrutia, con quien acababa de mantener “un desayuno de trabajo muy cordial”, pero no precisó si durante el desayuno se había abordado el deseo del dirigente venezolano de regresar a su país para tomar juramente como presidente el 10 de enero.