Eduardo González
Los regalos de Navidad en Países Bajos no proceden ni de Oriente ni de Laponia. Proceden de España y su protagonista es nada menos que el antecedente inmediato de Papá Noel, San Nicolás.
De acuerdo con la tradición, San Nicolás (Sinterklaas en holandés), un obispo del siglo IV, se presenta en la noche del 5 al 6 de diciembre cargado de regalo para los niños holandeses, acompañado por sus curiosos pajes, los Zwarte Pieten (los Pedros Negros). El hombre va vestido de rojo y blanco, con una mitra y un báculo, como corresponde a un obispo, y se le atribuyen muchos milagros, la mayoría de ellos relacionados con niños.
Un detalle muy llamativo de Sinterklaas es su procedencia. Según la tradición, tiene su residencia en España (algunos hablan de Madrid, otros de Alicante) y llega a los puertos de Países Bajos a bordo de un barco de vapor, tras lo cual monta en un caballo llamado Amerigo, acompañado de sus pajes, los Pedritos. Esta tradición, que se celebra desde 1934 (salvo una breve interrupción por la Segunda Guerra Mundial), es un momento muy especial para los holandeses y se suele retransmitir en directo por televisión, al igual que ocurre con nuestra Cabalgata de los Reyes Magos.
El origen español de Sinterklaas se atribuye a algunos detalles muy indirectos de su biografía. Nicolás fue obispo de Mira, en el oeste de Anatolia (su tierra natal, en la actual Turquía), hasta el año 343. Murió el 6 de diciembre de 345 y fue enterrado en Mira, pero después de que esta ciudad fuera conquistada por las tropas del califa abasí de Bagdad a principios del siglo VIII, su cuerpo fue trasladado a Bari. Bari se encuentra en Apulia, en el sur de Italia y, por tanto, en el llamado Reino de las Dos Sicilias, que en el siglo XVI pertenecía a los Austrias españoles. Probablemente por ese motivo, los holandeses asociaron el nombre de Nicolás con España. Tras el estallido de la revuelta neerlandesa contra Felipe II, calvinistas y luteranos intentaron eliminar la festividad de San Nicolás, pero su enorme popularidad, tanto entre católicos como entre protestantes, lo impidió.
La festividad de San Nicolás se celebra el 6 de diciembre, fecha de su muerte (y Día de la Constitución en España). Por ese motivo, la noche del 5 al 6 de diciembre es la noche de los regalos en Países Bajos, en parte de Bélgica, en algunas antiguas colonias neerlandesas y, en menor medida, en algunas localidades de Luxemburgo, Austria, Suiza, Alemania, Polonia y República Checa.
La tradición traspasó el océano Atlántico con la emigración de colonos holandeses a América, que mantuvieron la festividad de San Nicolás en la colonia de Nueva Ámsterdam. Tras su conquista a manos de Inglaterra en el siglo XVII, la ciudad fue rebautizada como Nueva York y Sinterklaas fue derivando poco a poco en Santa Claus. El personaje pasó posteriormente a Inglaterra y a Francia, donde pasó a ser conocido como Papá Noel, uno de los grandes iconos internacionales de la Navidad, popularizado sobre todo (que no solo) por Coca Cola a partir de los años treinta del siglo pasado y que, a diferencia de Sinterklaas, viaja con sus regalos no desde España, sino desde el Polo Norte.