Para responder a la pregunta que figura como título en este artículo se ha contado con la inestimable ayuda de Juan Ignacio Fraschini Silvarredonda, experto en temas fiscales, quien lleva años asesorando a empresas y particulares en la optimización de sus recursos financieros a través de estrategias efectivas de planificación fiscal.
En principio, hay que reconocer que la planificación fiscal es un concepto que, aunque técnico, tiene un impacto directo y significativo en la vida de las personas y las operaciones de las empresas. Se trata de un proceso estratégico que busca organizar las finanzas y las obligaciones tributarias de manera que se cumpla con la normativa vigente, pero minimizando la carga fiscal dentro de los límites de la ley. En otras palabras, no se trata de evadir impuestos, sino de gestionarlos de forma eficiente para mejorar la salud financiera.
¿En qué consiste la planificación fiscal?
En esencia, la planificación fiscal implica anticiparse a los periodos de liquidación de impuestos, optimizando los ingresos y gastos para reducir el impacto tributario. Esto se logra identificando las deducciones fiscales aplicables, analizando los incentivos fiscales disponibles y estructurando las operaciones financieras de manera eficaz.
Para particulares, esto podría incluir acciones como la planificación de las inversiones en planes de pensiones, beneficiarse de las deducciones por compra de vivienda o aprovechar las bonificaciones por familiares dependientes. Por otro lado, para las empresas, la planificación fiscal abarca desde la estructuración de sociedades hasta la optimización de impuestos indirectos, como el IVA, o el uso estratégico de amortizaciones y deducciones.
¿Por qué es esencial para particulares?
Para los particulares, la planificación fiscal permite ahorrar dinero, brindando tranquilidad financiera, uno de los ejemplos más claros está en la declaración de la renta. Muchas personas se enfrentan cada año a sorpresas desagradables al recibir liquidaciones superiores a las esperadas, algo que podría evitarse con una buena planificación durante el año fiscal.
Además, una adecuada estrategia fiscal ayudará a maximizar los ingresos disponibles, lo cual resulta clave en el caso de autónomos, pequeños inversores o personas con ingresos por alquileres. Por ejemplo, alguien que arrienda un inmueble podría beneficiarse de deducciones por gastos relacionados con el mantenimiento de la propiedad, siempre que estos estén correctamente registrados y documentados.
La importancia de la planificación fiscal para las empresas
En el caso de las empresas, se trata de una herramienta indispensable para la sostenibilidad y el crecimiento del negocio. Los impuestos representan un coste significativo, y una mala actividad en este sentido mermará la rentabilidad y/o pondrá en riesgo la viabilidad del negocio.
Mediante una correcta planificación, las empresas consiguen:
Aprovechar los incentivos fiscales
Muchas jurisdicciones ofrecen beneficios fiscales para actividades como la inversión en investigación y desarrollo, la contratación de ciertos perfiles profesionales o el uso de energías renovables.
Optimizar la estructura societaria
En ocasiones, la reestructuración de la empresa conduce a un ahorro fiscal considerable, ya sea mediante fusiones, adquisiciones o por la creación de filiales.
Gestionar mejor los flujos de caja
Una adecuada programación del pago de impuestos permite mantener la liquidez necesaria para operar con normalidad. En este sentido, un ejemplo práctico sería el de una empresa tecnológica que invierte en innovación, llevando a cabo un análisis fiscal adecuado, podría acogerse a deducciones por I+D+i, que no solo reducirían su carga tributaria, sino que además mejorarían su competitividad.
A continuación, se presenta una breve lista con los beneficios clave de una planificación fiscal efectiva.
Ahorro económico
Una gestión fiscal inteligente reduce los pagos de impuestos innecesarios y maximiza las deducciones.
Cumplimiento legal
Evita sanciones por errores en la declaración o por incumplimientos normativos.
Optimización de recursos
Permite que el dinero ahorrado en impuestos se destine a otras áreas, como inversiones, ahorro o expansión.
Mayor previsión financiera
Ayuda a anticiparse a futuras obligaciones tributarias y a planificar con mayor precisión.
El rol de los expertos en planificación fiscal
Aunque muchas personas y empresas intentan gestionar sus impuestos por cuenta propia, contar con el asesoramiento de un experto como Juan Ignacio Fraschini Silvarredonda marcará la diferencia. Un profesional especializado no solo conoce al detalle la normativa vigente, sino que también está al día con los cambios legislativos que pueden impactar en las estrategias fiscales. Además, un experto será capaz de identificar oportunidades que pasarían desapercibidas para alguien sin experiencia en el ámbito fiscal.
Por ejemplo, en escenarios complejos como la gestión de impuestos internacionales, la creación de una estructura fiscal para startups o la planificación del traspaso generacional de un negocio familiar, el conocimiento especializado resulta imprescindible.
Herramientas digitales para la planificación fiscal
En los últimos años, la tecnología ha revolucionado el sector fiscal, a día de hoy, existen herramientas digitales que facilitan la recopilación de datos financieros, la automatización de cálculos y la identificación de oportunidades fiscales. Estas plataformas son especialmente útiles para pequeñas empresas o autónomos que buscan optimizar su tiempo y recursos.
Sin embargo, las herramientas digitales no sustituyen el juicio experto de un profesional. Más bien, funcionan como un complemento que permite al asesor fiscal trabajar con mayor precisión y eficiencia.