<h6><strong>Julio García</strong></h6> <h4><strong>El líder opositor de Venezuela, Edmundo González Urrutia, recogió ayer en Estrasburgo el premio Sájarov a la libertad de conciencia que otorga el Parlamento Europeo, y lo ha hecho además junto a la hija de la otra galardonada, María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, que por ahora no puede salir de su país.</strong></h4> Ante los eurodiputados, González se ha reivindicado de nuevo como presidente electo -algo que ya reconoce la propia Eurocámara– e insiste en que estará en Caracas el próximo 10 de enero para tomar posesión. «El futuro de Venezuela está en manos de su gente», recordó la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, antes de dar la palabra al propio González, que llevó en la mano las actas electorales que demuestran su victoria. «Esto es lo que no puede demostrar el régimen de Maduro, porque no tiene los votos para reclamar la presidencia», sentenció. El opositor ve este premio como un «reconocimiento colectivo» y recordó las últimas elecciones como un «gran día, un momento histórico». En su red social X, Metsola expresa que entregar este premio a González es un honor y afirma que «su coraje y dedicación a la democracia y la libertad son inspiradores». Ya ante el plenario, González Urrutia sostuvo que este galardón es «una enorme responsabilidad» y «un rico legado histórico» porque compromete «ante la memoria de quienes me han precedido al recibirlo», sostuvo, y citó a Nelson Mandela o Alexey Navalni, entre otros. «Es el pueblo de Venezuela el que de verdad encarna el espíritu de este premio», añadió, antes de sostener que no está sorprendido por las dinámicas de Maduro: «Sabemos bien a qué nos enfrentamos, es un régimen que socava los derechos humanos, la democracia y las libertades. Es un estado autocrático». «Quienes pretenden secuestrar lo que les pertenece a todos los venezolanos saben que más temprano que tarde nuestro país retomará el rumbo que ya marcó nuestro pueblo. El abuso es un torpe instrumento para postergar lo inevitable», expuso desde la tribuna González Urrutia, consciente eso sí de los riesgos que lleva muchos años tomando la oposición venezolana. Hizo hincapié el diplomático en el hecho de que el país ya superó momentos como estos en el pasado. En castellano, inglés y francés, González recordó que Maduro «gobierna desde la violencia» pero que los venezolanos «avanzarán bajo la libertad y la democracia». Así, González Urrutia tiene «el compromiso» de «tender la mano a todos los que quieran avanzar en el camino de concordia». El Sájarov, concluyó, «simboliza la unidad entre los demócratas del mundo, que ahora más que nunca nos necesitamos mutuamente. Nuestra lucha es la de todos. Que viva Venezuela libre». Metsola, por su parte, reiteró que su postura es «consistente» en cuanto al reconocimiento de González. «Es el mensaje que di a los líderes de los Estados miembros», incidió la presidenta de la Eurocámara a la pregunta de cómo puede convencer a los países de que sigan esos pasos con González. «Hay algunos gobiernos que están alineados con nuestra posición», recalcó. De momento, la mayoría de los 27 son más cautos a la espera de lo que suceda en enero, entre ellos España, que ha dado asilo al candidato, pero que no le eleva a la categoría de presidente electo de Venezuela.