The Diplomat
Tras la caída del régimen de Bachar al Asad, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró ayer en TVE que España, en línea con lo expresado por la alta representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, apoyará que cualquier solución en Siria «sea pacífica» y «que se mantenga la integridad territorial» del país, evitando ”una especie de balcanización de distintas regiones en manos de distintos grupos”.
Tras la toma de Damasco por los insurgentes del Organismo de Liberación del Levante y la huída del y presidente sirio, Albares señaló que «al final la geopolítica y la política exterior se hacen sobre realidades concretas. Y la realidad concreta es el control que está extendiendo este nuevo grupo por toda Siria», donde la situación es de “tranquilidad».
«Cuando he hablado con el encargado de Negocios de la Embajada de España en Damasco me ha dicho que la situación es de tranquilidad, como ha sido en el resto de las ciudades que han ido siendo ocupadas por el nuevo grupo insurgente y que todo indica que no habrá una desbandada de la administración sino colaboración con este Gobierno», añadió el jefe de la diplomacia española.
Por otra parte, el ministro aseguró que su departamento tiene preparado un plan «de emergencia» para evacuar a los españoles que deseen salir de Siria en cuanto se abran las fronteras terrestres o aéreas. No obstante matizó que de los nueve residentes —cinco españolas casadas con sirios y cuatro cooperantes— solo uno ha pedido salir del país.
También hay un centenar de sirio-españoles que no han manifestado su deseo de salir del país, según Albares. En todo caso, «en cuanto se reabra el aeropuerto y la frontera analizaremos de nuevo la situación», subrayó Albares, que afirmó estar «muy en contacto» con los socios europeos y los «amigos árabes» en la región.