Julio García
El implante de tejidos es una actividad terapéutica consolidada en España para el tratamiento de muy diversas patologías; en algunos casos, las propiedades de estos tejidos los convierten en la única opción posible de tratamiento para el paciente. Un solo donante de tejidos puede ayudar a cerca de 100 personas.
Según ha informado el Ministerio de Sanidad, el año pasado, gracias a la generosidad de 6.780 donantes de tejidos (141,2 por millón de población [pmp]), se pudieron realizar 46.292 implantes de todo tipo de tejidos para diferentes aplicaciones clínicas en España. Así se desprende de la memoria que acaba de publicar la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
España es el país del mundo con mayor tasa de donación de órganos gracias al denominado Modelo Español de Donación y Trasplante de órganos, que se ha convertido en un referente internacional, hasta el punto de que el Comité de Trasplantes del CoE, la UE y la OMS han recomendado a sus Estados Miembros la adopción de los elementos del “modelo español”.
Sin embargo, la memoria de la ONT indica que con la donación de tejidos “no sucede lo mismo”, posiblemente debido a su distinta consideración. Las actividades nacionales de donación de tejidos no han podido acompañar en la misma dimensión el éxito del modelo de la donación de órganos, aunque también asuman reconocida relevancia a nivel europeo, si bien existen posibilidades de mejora y oportunidades de alcanzar el mismo nivel de excelencia alcanzado en la donación de órganos.
A diferencia de los órganos, los tejidos pueden almacenarse durante largos periodos de tiempo, asegurando su calidad y seguridad para que los especialistas puedan solicitar el tejido requerido para el tratamiento de los pacientes en el momento adecuado. En España son 50 los establecimientos que procesan y almacenan tejidos, 229 los centros de obtención y 622 los centros de implante que cuentan con la autorización específica para realizar la correspondiente actividad.
De los casi 6.800 donantes de tejidos en 2023, 4.398 (91,6 pmp) donaron tejido tras su fallecimiento y 2.382 (49,6 pmp) lo hicieron en vida, lo que incluye 946 obtenciones de calota (para autotrasplante) y 948 donaciones de membrana amniótica. Es la cifra de donación de tejidos más alta registrada en los últimos años y supone un incremento de casi el 60% con respecto a 2022. No obstante, este crecimiento puede ser parcialmente atribuible a una mejora en la comunicación y registro de datos por parte de las Comunidades Autónomas.
Cataluña (239,7 pmp) lideró la tasa de donación de tejidos de personas fallecidas en España, seguida de Baleares (108,4 pmp) y Galicia (85,1 pmp). Las comunidades autónomas que experimentaron un mayor crecimiento a lo largo del último año fueron Baleares (+214,4%), Aragón (+62,7%) y Castilla y León (+54,7%).