<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su participación en la Cumbre del G20 para mantener un breve encuentro con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y abordar con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, las vías para desbloquear el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta del Ejecutivo comunitario.</strong></h4> Sánchez concluyó este martes en Río de Janeiro su presencia en la Cumbre del G20, organizada desde el lunes por la Presidencia brasileña y en la que España, pese a no pertenecer al G20, ha vuelto a participar en calidad de invitado permanente. Al término del encuentro, se adoptó una Declaración conjunta que al propio Sánchez, según confesó él mismo en la rueda de prensa posterior, le hubiera gustado que fuera “más ambiciosa y a la altura de los enormes retos que enfrentamos”, aun admitiendo que el mero hecho de haber sacado un texto conjunto y consensuado “es ya un logro por sí mismo”. Concretamente, el texto incluye una declaración de mínimos sobre los dos grandes conflictos mundiales del momento: Oriente Medio y Ucrania. Respecto al primero, la Declaración expresa su “profunda preocupación por la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza y la escalada en el Líbano”, reitera el “compromiso inquebrantable” de los firmantes “con la visión de una solución de dos Estados” y reclama “un alto el fuego integral” en Gaza y en el Líbano. En cuanto a Ucrania, los firmantes lamentan “el sufrimiento humano y los impactos negativos adicionales de la guerra con respecto a la seguridad alimentaria y energética global” y da “la bienvenida a todas las iniciativas relevantes y constructivas que apoyen una paz integral, justa y duradera”. El texto ha sido duramente criticado por las autoridades ucranianas, por considerarlo demasiado blando con Rusia. La declaración defiende también “un mundo libre de armas nucleares” y los líderes se comprometen a cumplir sus “obligaciones a este respecto” (Rusia, que forma parte del G20, estuvo representada por su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov). En todo caso, Sánchez indicó que ambos textos mandan “un mensaje claro” a favor de una paz justa, de los principios de la Carta de Naciones Unida y del derecho internacional “en Ucrania, en Gaza y el Líbano” y aseguró que España defendió en la Cumbre que tanto la soberanía e integridad territorial de Ucrania como la solución de dos Estados en Oriente Medio quedasen “muy claros” en la Declaración”. “Aunque España habría querido un texto más contundente, es sin duda lo mejor que podías conseguir como grupo”, admitió. Aparte, la Declaración espera “con interés el éxito de la Cuarta Conferencia sobre Financiamiento para el Desarrollo en Sevilla, España, en 2025” y defiende una reforma de la ONU que incluya “revitalizar la Asamblea General” de la ONU y “reformar el Consejo de Seguridad” mediante una “composición ampliada” que “mejore la representación de regiones y grupos subrepresentados y no representados, como África, Asia-Pacífico y América Latina y el Caribe”. Como era de esperar, el presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva, se quedó a medias en su propósito de introducir su propuesta (apoyada por Sánchez) de impuesto global a las grandes fortunas en la Declaración, que se limita a defender, “con pleno respeto por la soberanía fiscal”, la cooperación entre los países “para garantizar que las personas con un patrimonio neto ultra alto paguen impuestos de manera efectiva”. “Esperamos seguir debatiendo estos temas en el G20 y otros foros relevantes”, añade. <h5><strong>Ribera y Biden</strong></h5> Al margen de la Cumbre, Pedro Sánchez abordó con Ursula von der Leyen las vías para superar el bloqueo en el nombramiento de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, como vicepresidenta de la Comisión, según indicaron fuentes gubernamentales, que precisaron que no hubo ningún encuentro formal entre ambos y que no informaron sobre contenido de estas conversaciones. El propio Sánchez tampoco aportó detalles sobre sus conversaciones con Von der Leyen y otros líderes europeos en la rueda de prensa posterior a la Cumbre, pese a que se le preguntó sobre ello. El jefe del Ejecutivo también mantuvo un breve encuentro con el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, quien viajó a Brasil a apenas dos meses para que entregue su puesto al republicano Donald Trump. Fuentes de Moncloa indicaron a los medios que todo quedó en un mero saludo entre ambos. Sánchez también se entrevistó con la directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y con el primer ministro de Vietnam, Phạm Minh Chính. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que acompañó a Albares en Río de Janeiro, se reunió con sus homólogos de Estados Unidos, Chile, Paraguay, Uruguay y representantes de Francia, Reino Unido y Canadá “para abordar Haití y Venezuela”, según informó a través de las redes sociales X y Bluesky.