El sistema fiscal español se prepara para implementar importantes reformas que afectarán a empresas, inversores y emprendedores. Entender cómo estas transformaciones influirán en la gestión empresarial y en las relaciones comerciales es esencial para adaptarse con éxito al nuevo entorno legal.
En este contexto, contar con un equipo de asesoramiento especializado se vuelve indispensable. Las empresas y profesionales deberán bregar en un panorama fiscal y legal más complejo, donde el cumplimiento normativo y la optimización de recursos serán clave para mantener la competitividad y aprovechar las nuevas oportunidades que surjan.
Nuevos impuestos y ajustes en el Impuesto sobre Sociedades
Una de las novedades más significativas es la introducción de dos nuevos tributos. El primero es el Impuesto sobre los líquidos para cigarrillos electrónicos y otros productos relacionados con el tabaco, que entrará en vigor en enero de 2025. Este impuesto gravará líquidos de cigarrillos electrónicos, botes de nicotina y productos similares, con tarifas que oscilarán entre 0,10 y 0,20 euros por mililitro o gramo, dependiendo del tipo de producto y su concentración de nicotina.
El segundo es el Impuesto sobre el Margen de Intereses y Comisiones de Entidades Financieras, que afectará al margen positivo de intereses y comisiones en entidades de crédito y sus sucursales en España. Se aplicarán tipos progresivos del 1% al 6%, y este impuesto no será deducible en el Impuesto sobre Sociedades. Comenzará a aplicarse a partir de 2024 y estará vigente durante los tres primeros períodos impositivos consecutivos iniciados desde el 1 de enero de 2024.
En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, se reintroducen límites para grandes empresas en la compensación de bases imponibles negativas (BINs). Las empresas con ingresos entre 20 y 60 millones de euros tendrán un tope del 50%, mientras que aquellas que superen los 60 millones estarán limitadas al 25%. Además, se modula la reserva de capitalización en función del incremento de la plantilla, incentivando a las empresas a aumentar el empleo.
Cambios en el IRPF y medidas antifraude
Para los contribuyentes con mayores ingresos de capital, se propone elevar el tipo marginal máximo del IRPF del 28% al 29% a partir de 2025. Este aumento afectará a las rentas de ahorro superiores a 300.000 euros y también se aplicará al régimen de impatriados en ciertos ingresos de dividendos e intereses.
En el ámbito de los hidrocarburos, se busca equiparar la fiscalidad entre el gasóleo y la gasolina sin plomo. El tipo impositivo sobre el gasóleo y el biodiésel para uso general aumentará, incluyendo un ajuste basado en el precio de venta al público. Además, se endurecerán las medidas antifraude en depósitos fiscales, declarando responsables solidarios a las plataformas de venta y establecimientos que permitan extracciones indebidas de estos productos.
Modificaciones en el IVA y en el régimen de alquileres
En relación con el IVA, se prevén cambios significativos en el tratamiento de los arrendamientos de vivienda de corta duración, con un máximo de 30 noches. En zonas donde este tipo de alojamiento dificulte el acceso a la vivienda, estos arrendamientos se considerarán servicios de alojamiento hotelero y estarán sujetos al IVA, dejando de estar exentos. Las plataformas a través de las cuales se ofrecen estos servicios serán responsables del pago del impuesto.
Asimismo, se modificará el período de liquidación del IVA para los titulares de depósitos fiscales de gasolinas, gasóleos o biocarburantes, pasando a ser mensual. Esto afectará también a los empresarios o profesionales que extraigan estos productos de los depósitos fiscales, buscando un mayor control y recaudación efectiva del impuesto.
Avances hacia la digitalización y la importancia del asesoramiento especializado
Con el fin de impulsar la digitalización y mejorar el control fiscal, se implementará una solución pública de facturación electrónica. Las plataformas privadas estarán obligadas a remitir copias de cada factura emitida a esta solución pública, permitiendo a la Administración un mayor seguimiento y control del cumplimiento tributario por parte de las empresas.
En este escenario de cambios legislativos y fiscales, la asesoría jurídica y fiscal adquiere una relevancia crucial. Un despacho de asesores con experiencia puede ofrecer orientación precisa y adaptada a las necesidades específicas de cada empresa o profesional. La anticipación y el cumplimiento normativo son esenciales para minimizar riesgos y aprovechar las oportunidades que presentan estas reformas.
Contar con un equipo de asesoramiento legal y fiscal especializado permite a empresas y autónomos centrarse en su actividad principal, con la tranquilidad de estar cumpliendo con todas las obligaciones legales y fiscales. La adaptación proactiva a las nuevas normativas será determinante para el éxito en un entorno cada vez más competitivo y regulado.