La Sociedad de Conciertos La Filarmónica presenta el próximo miércoles 13 de noviembre a las 19.30 horas en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid a la Orquesta Filarmónica de Helsinki, que interpretará el Concierto para piano núm. 3, Op. 30, de Rachmáninov, y la Sinfonía núm. 5 en mi bemol menor, Op. 82, de Sibelius.
Jukka-Pekka Saraste (en la foto) dirigirá a la orquesta y la pieza de Sergei Rachmáninov será interpretada por el pianista Nelson Goerner. Las entradas se pueden adquirir en este enlace.
Durante muchos años, el músico ruso estuvo protegido por los zares de Rusia, que lo nombraron director del Teatro Bolshói y del Mariinsky. Tiempo después acabaría abandonando el país, huyendo de la revolución y se convertiría en uno de los compositores más aclamados de los Estados Unidos, país que lo acogió como suyo. Instalado en Beverly Hills, obtendría la nacionalidad americana un mes antes de su fallecimiento.
En pleno auge del movimiento nacionalista finés y del proceso de independencia de Finlandia de Rusia, la música de Jean Sibelius fue identificada como un arma de enaltecimiento del sentimiento patriótico. Sibelius, que siempre quiso mantenerse al margen, acabaría sus días sumido en un misterioso e inexplicable silencio musical que duraría más de tres décadas.
Estos son solo dos ejemplos de la difícil relación que siempre han mantenido el arte y el poder. La política, consciente de la influencia de los artistas sobre el pueblo, ha intentado influir en su arte para poder utilizarlo como instrumento de exaltación. Sin embargo, en muchas ocasiones los verdaderos artistas consiguen encontrar el camino que preserva su libertad creativa.