Eduardo González
El Gobierno de España ha pedido este lunes a las autoridades de Georgia que expliquen las “irregularidades detectadas” en las elecciones legislativas de este país y que decidan “si responden a las aspiraciones europeas de los ciudadanos” georgianos.
“En relación con las elecciones parlamentarias en Georgia, España toma nota del resultado anunciado por la Comisión Electoral Central de Georgia y del informe de la misión de observación de la OSCE”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
“Confiamos en que las autoridades den explicaciones sobre las irregularidades detectadas en el proceso electoral”, prosiguió. “Las autoridades georgianas deberán igualmente decidir si responden a las aspiraciones europeas de los ciudadanos de Georgia”, advirtió Exteriores. “Hacemos también un llamamiento a las autoridades para que respeten el derecho a las manifestaciones pacíficas de la sociedad georgiana”, concluyó.
Un grupo de observadores electorales, entre ellos la OSCE y una delegación parlamentaria de la UE, denunció que la jornada electoral en Georgia estuvo marcada por amenazas, acoso y violencia en favor del partido gobernante, Sueño Georgiano.
El eurodiputado español del PPE y presidente de la Delegación de Observación Electoral del Parlamento Europeo, Antonio López-Istúriz, aseguró que Sueño Georgiano lideró un “plan sofisticado, amplio y bien orquestado” destinado a amordazar a la oposición.
Reinhold Lopatka, observador electoral de la UE, denunció que las elecciones parlamentarias estuvieron “empañadas por la desigualdad de condiciones, la presión y la tensión” y criticó el uso de cámaras de vigilancia en casi todos los colegios electorales y los ataques a los partidos opositores antes de la votación.
En un comunicado emitido tras conocerse los resultados y las denuncias de irregularidades, la Comisión Europea y el Alto Representante Josep Borrell destacaron la necesidad de un “diálogo constructivo e inclusivo” en Georgia e instaron al país a adoptar reformas democráticas que estén alineadas con los principios europeos.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, anunció su intención de incluir a Georgia en la agenda de la reunión informal del Consejo Europeo en Budapest. Michel hizo un llamamiento a las autoridades georgianas a investigar de manera rápida, transparente e independiente las denuncias de irregularidades electorales y añadió que el Consejo evaluará la situación en noviembre y decidirá los próximos pasos en las relaciones entre la UE y Georgia.
La presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili, ha rechazado los resultados, que otorgan el 54% de los votos al partido prorruso Sueño Georgiano, y ha llamado a la ciudadanía a salir a las calles en protesta, advirtiendo que estas elecciones “legitimarían el control de Rusia sobre el país”.
Bruselas suspendió en julio indefinidamente el proceso de adhesión de Georgia, país candidato desde diciembre de 2022. Esta decisión incluyó la suspensión del apoyo financiero del Fondo Europeo de Paz, que había destinado 30 millones de euros para 2024, a raíz de la aprobación de una “ley de influencia extranjera” en junio, inspirada en la legislación rusa. El bloque europeo ya había advertido en repetidas ocasiones sobre el riesgo que enfrentaba Georgia al “desviarse del camino hacia la Unión” con medidas como la ley de influencia extranjera.
La ley, que entra en contradicción con la propia Constitución de la República de Georgia en su artículo 22, ha sido vetada incluso por la Presidencia del país. Aun así, el Gobierno, liderado por Irakli Kobakhidze, ha anunciado su intención de levantar el veto de la presidenta, Salomé Zurabishvili, y aprobar de todas formas la ley.