Con la colaboración de la Fundación Japón, el grupo de wadaiko YAMATO ofrecerá cinco conciertos en otras tantas ciudades durante su visita a la Comunidad de Madrid invitado por el Festival de Otoño en su 42 edición.
Tras su exitoso paso por Veranos de la Villa 2023, Yamato, trae su espectáculo Tenmei, en el que hacen uso de hasta cuarenta tambores diferentes. Se podrá disfrutar de sus actuaciones entre el 15 y el 30 de noviembre en Torrejón de Ardoz (15 de noviembre a las 20 horas en el Teatro Municipal José María Rodero), Alcorcón (16 de noviembre a las 20 horas en el Teatro Municipal Buero Vallejo), Madrid (17 de noviembre a las 18.30 horas en la Sala Verde de los Teatros del Canal), Móstoles (el 29 de noviembre a las 20 horas en el Teatro del Bosque) y San Sebastián de los Reyes (el día 30 e noviembre a las 20 horas en el Teatro Auditorio Adolfo Marsillach – Pequeño Teatro).
La función de Tenmei comienza con el golpe de un tambor wadaiko, que pesa media tonelada y mide dos metros de diámetro, hecho de una sola pieza de madera de un árbol longevo de 400 años.
El sonido rítmico del tambor, como el latido de un corazón, es “el pulso mismo de la vida y el epítome del espíritu japonés”, según Masa Ogawa, fundador y director artístico de la compañía Yamato. Estamos, pues, en Japón. En un Japón sonoro y visual, ligado a la tradición de la percusión, que es la dedicación desde hace más de tres décadas de esta compañía creada en la prefectura japonesa de Nara, aunque su sede actual se encuentra en el pueblo de Asuka, considerado el lugar de nacimiento de la cultura japonesa.
Algunos datos ayudan a comprender la repercusión de la labor artística de Yamato: ha actuado en 54 países y ha realizado 4.000 actuaciones para casi ocho millones de personas. Viaja con unos 40 tambores taiko, construidos con pieles de animales y troncos de árboles antiguos y cuyo peso varía entre 10 y 500 kilos, que sus intérpretes manejan con cierta agilidad, gracias a los entrenamientos de fuerza diarios que llevan a cabo. Concentrados en Asuka, crean sus composiciones musicales y teatrales, e incluso fabrican sus propios palos de bachi, que utilizan para tocar los instrumentos tradicionales japoneses. Aunque su compromiso para preservar y respetar la tradición taiko es total, Yamato ha roto con un aspecto de esta tradición, al incluir a mujeres en la compañía, algo que estaba vedado.