Julio García-Aquí Europa
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha criticado indirectamente las normas españolas de financiación de partidos para justificar la concesión de un préstamo de nueve millones de euros a su aliado español Vox por parte de un banco magiar cuyo mayor accionista es, precisamente, el Estado húngaro.
Durante una rueda de prensa en el Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), Orbán justificó este martes la concesión de un préstamo de nueve millones de euros a Vox por parte del Magyar Bank Holding -que tiene como mayor accionista a Corvinus International Investment, una firma de inversión controlada al 100% por el Estado húngaro-, a pesar de que la ley de financiación de partidos española prohíbe cualquier financiación “por parte de Gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras o de empresas relacionadas directa o indirectamente con los mismos”.
Orbán, el líder de Patriotas por Europa -el grupo en el que se integró el partido de Santiago Abascal, abandonando a Giorgia Meloni y sus aliados de la anterior legislatura- ha enmarcado la decisión en una “acción empresarial” de Magyar Bank Holding.
Además, Orbán sugirió que los bancos españoles no concedieron financiación al partido de la extrema derecha, que fue la justificación expresada por la dirección de Abascal para solicitar el préstamo en Hungría. “En algunos países, ciertos partidos no pueden obtener préstamos”, afirmó Orbán, que previamente se había desvinculado de la decisión. “No me gustaría involucrarme en esas discusiones nacionales, pero vamos, ¿qué es esto? ¿Es justo?”, concluyó.