The Diplomat
La ciudad de Quito acogió esta semana el decimoquinto Encuentro Cívico Iberoamericano, uno de las reuniones previas a la XXIX Cumbre Iberoamericana de jefas y jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará el 14 y 15 de noviembre en Cuenca (Ecuador).
El encuentro se configura como un espacio de diálogo y reflexión sobre temas fundamentales para la sociedad civil, como la situación de la democracia o la participación social y se desarrolló bajo el lema ‘Innovación, Inclusión y Sostenibilidad’.
En el foro participaron ministros de Estado, así como delegados y representantes de toda Iberoamérica con el objetivo de promover el intercambio de ideas y estrategias sobre la participación, la sostenibilidad y el rol de las organizaciones en la democracia. Sus aportaciones serán trasladadas a la Cumbre Iberoamericana de Cuenca.
La viceministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Elizabeth Moreano, expresó que desde que su país asumió la presidencia pro tempore de la Cumbre ha organizado reuniones, foros, conferencias ministeriales, así como este encuentro, con el objetivo de impulsar el diálogo, la cooperación y promover acciones conjuntas con los actores de la sociedad civil en favor de los pueblos de la región.
Moreano indicó que estos espacios se han convertido en trascendentales al generar propuestas concretas que se traducen en beneficios reales para los ciudadanos.
De su lado, el viceministro de Gobierno de Ecuador, Esteban Torres, enfatizó que la reunión deseaba ofrecer respuestas a desafíos de la región, entre ellos “la peor crisis de sequía que ha vivido Ecuador en los últimos 60 años” y que detrás tiene una serie de razones climáticas que merece la pena tratar.
“Iberoamérica es un concepto que nos une a todos, nos une históricamente, nos une por corazón y por supuesto, nos permite pensar en soluciones, en respuestas a problemas que vivimos todos los días”, declaró Torres.
Martín Rivero, representante de la Secretaría General Iberoamericana, enfatizó la importancia de estos espacios de participación de la sociedad civil que permiten poner sobre la mesa temas que más tarde cobran interés en las agendas políticas como son el cambio climático, la violencia de género o la calidad democrática.
Por su parte, la representante de la comisión articuladora del Encuentro Cívico Iberoamericano, Maite Serrano, manifestó que “la acción de un nuevo pacto social iberoamericano que permite hacer frente a las crisis desde un enfoque de derechos humanos y feminista, (…) sólo será posible si se cuenta con una sociedad civil fuerte, activa y con mecanismos de participación efectivos”.
Este espacio reúne, según explicó Serrano, a 32 plataformas nacionales y regionales que representan a más de 2.600 organizaciones de veintidós países, además de diversas agencias de cooperación, empresas o embajadores, entre otros.
Humberto Salazar, en representación de la comisión articuladora, de la plataforma de Diálogos Nacionales y de la Fundación Esquel, expresó la importancia de, ante los problemas globales que afectan a los Estados, poner en marcha procesos de transformación que reconozcan la interdependencia de las naciones.