The Diplomat
El Papa Francisco recibió ayer en audiencia el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ante quien destacó la importancia de “defender el español”.
García Montero fue recibido en audiencia privada por Jorge Mario Bergoglio en la Biblioteca del Vaticano, en el marco de su viaje de trabajo a Roma que incluyó, el día anterior, la firma del primer convenio de colaboración entre del Instituto Cervantes y su “homóloga” italiana, la Società Dante Alighieri.
Durante el encuentro, según informó el Cervantes en una nota de prensa, Bergoglio, que nació en Buenos Aires, destacó la importancia de “defender el español” y añadió, en tono de broma, que la institución debe “enseñar a que se hable mejor de lo que lo hablamos los argentinos”.
En la audiencia, de una media hora de duración, el Papa confesó a García Montero que cuando era profesor de Literatura en un colegio de Santa Fe (Argentina) los poemas de Federico García Lorca le ayudaron a que sus estudiantes se interesaran en la materia. En especial, ‘La casada infiel’, un romance de “tono picante”, subrayó divertido el pontífice.
El director del Instituto Cervantes obsequió al Papa con dos obras publicadas por la institución: ‘Grito hacia Roma’, un poema de García Lorca escrito en Nueva York en los años 30 y en el que anticipaba al horror de lo que ya se intuía como la II Guerra Mundial, y ‘Más flexibles que el mar son las palabras’, una antología de discursos de García Montero publicada con motivo del último Congreso Internacional de la Lengua Española en 2023 y que recorren la situación del español en todo el mundo.
También cuando era profesor, en 1965, Bergoglio consiguió que Jorge Luis Borges —“un tipazo”, según sus palabras— tomara un autobús y fuera a visitar a sus alumnos. Con ellos hizo un taller de narrativa del que salió un libro de cuentos con prólogo del autor de ‘El Aleph’ y que el próximo año publicará el Instituto Cervantes —cuando se cumplen 60 años de aquel momento— junto con la carta que el Papa le escribió a Borges en defensa de la Literatura en la educación. “Tenéis todo el permiso para poder utilizar mis textos como queráis y como consideréis más útil”, concluyó Francisco.