<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, han asegurado que la reunión de este jueves en Bruselas sobre Gibraltar ha concluido con “avances adicionales sobre asuntos complejos de la negociación, en particular en las cuestiones relativas a personas y bienes”.</strong></h4> “Sobre la base de los progresos significativos alcanzados en las reuniones de 12 de abril y de 16 de mayo, las conversaciones mantenidas hoy han sido constructivas y productivas, resultando en avances adicionales sobre asuntos complejos de la negociación, en particular en las cuestiones relativas a personas y bienes”, declararon los participantes en una declaración conjunta. El encuentro contó también con la asistencia del ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, en calidad de observador. Esta ha sido la tercera reunión a nivel político y la primera reunión en este formato con el nuevo Gobierno del Reino Unido. “La reunión ha reafirmado el compromiso compartido para alcanzar un Acuerdo UE-Reino Unido que traiga confianza, seguridad jurídica y estabilidad a la población de toda la región, salvaguardando las posiciones jurídicas de cada una de las partes”, prosigue el texto. Los participantes “han acordado permanecer en constante contacto y que los equipos trabajen estrecha e intensamente en las cuestiones pendientes”, concluye. La Comisión Europea (con participación directa de España) y el Gobierno del Reino Unido negocian desde hace más de dos años el acuerdo para la futura relación de Gibraltar con la UE tras el Brexit, a partir del llamado Acuerdo de Nochevieja alcanzado por los Gobiernos español y británico el 31 de diciembre de 2020. España y la UE han presentado una propuesta de acuerdo “equilibrado” y han asegurado que los siguientes pasos dependen de Londres. Pese a que todas las partes coinciden en que el objetivo final del acuerdo debe ser la creación de una zona de prosperidad compartida entre el Peñón y el Campo de Gibraltar, lo cual incluye la supresión de la Verja, británicos y gibraltareños han advertido de que no están dispuestos a aceptar que España asuma los controles de acceso al espacio Schengen, que deberían trasladarse al puerto y el aeropuerto de Gibraltar. En un primer momento se prevé la presencia en estos puntos de agentes de Frontex, la agencia de fronteras europea. La primera reunión de abril concluyó con una declaración conjunta en la que las tres partes se limitaron a anunciar que las negociaciones se habían “celebrado en una atmósfera constructiva” y se habían conseguido “avances significativos”. En la segunda, celebrada en mayo, se consiguieron “avances importantes” a partir de “las líneas políticas ya acordadas en el 12 de abril, que hacían referencia a movilidad, a bienes y al aeropuerto”, según declaró Albares, quien también advirtió de que, aunque la perspectiva era que hubiera “un acuerdo”, todavía no había “un plazo posible”. De hecho, el proceso experimentó un parón después de que el anterior primer ministro del Reino Unido, el conservador Rishi Sunak, anunciase el pasado 22 de mayo el fin de la legislatura y el adelanto de las elecciones para el próximo 4 de julio. Pocos días antes de las elecciones británicas, David Lammy aseguró -aún como portavoz de Exteriores del Partido Laborista- que si asumía el puesto de ministro de Exteriores abordaría el acuerdo sobre el futuro de Gibraltar desde el punto en que lo había dejado David Cameron.