Eduardo González El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abogó ayer en Pekín por una solución negociada a la crisis arancelaria entre China y la UE, que podría afectar al porcino español, y advirtió de la necesidad de evitar una guerra comercial entre los dos bloques, porque “no beneficiaría a nadie”. Sánchez inició ayer su segundo viaje oficial a China en el último año y medio. En la capital, Pekín, fue recibido por el presidente Xi Jinping; el primer ministro, Li Qiang; y el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, Zhao Leji. Asimismo, inauguró el Noveno Foro España-China y el Consejo Asesor Empresarial España-China (CAE) y mantuvo una reunión bilateral con la Asociación China de Fabricantes de Automóviles y otras empresas líderes del sector. Durante su encuentro con Xi, que fue seguido de una cena ofrecida por el presidente de la República Popular China en el Palacio de Diaoyutai (destinado a las visitas de altos dignatarios en China), los dos dirigentes se comprometieron a seguir impulsando las relaciones en áreas con intereses compartidos y Sánchez aseguró que, aunque las posiciones de España y China no coinciden plenamente en muchos asuntos, nuestro país mantendrá una voluntad constructiva de diálogo y cooperación para buscar soluciones consensuadas que beneficien a todas las partes y también a Europa. En este sentido, el presidente aseguró que España quiere trabajar para que las relaciones entre China y la UE sean “lo más cercanas, ricas y equilibradas posible”, basadas en la confianza mutua y en una mayor reciprocidad. “En un contexto geopolítico y económico global cada vez más complejo, debemos trabajar juntos para resolver las diferencias a través de la negociación, con espíritu de diálogo y colaboración, y dentro de los marcos multilaterales”, a fin de “buscar soluciones que sean beneficiosas para todas las partes”, añadió. Sánchez y Xi también abordaron la situación en Ucrania y Palestina y el presidente del Gobiero reiteró, como en ocasiones anteriores, que “la influencia de China como país comprometido con la paz es fundamental para tratar de resolver los conflictos que desgraciadamente afectan al planeta”. Al final de la reunión, el presidente Xi realizó una invitación formal los reyes de España para que visiten China el próximo año, según informó Moncloa. Defensa del sector porcino ante Li Qiang Anteriormente, el presidente del Gobierno fue recibido por el primer ministro, Li Qiang, ante quien defendió “un orden comercial justo que permita crecer a nuestras economías y beneficiar a nuestras industrias y ciudadanos” y con quien abordó los vínculos culturales, científicos y educativos que unen a España y China. Al final del encuentro, se firmaron siete acuerdos sobre desarrollo verde, comercio e inversión bilateral y promoción de la cultura, la educación y la investigación científica. En esta misma reunión, Sánchez y Li abordaron la decisión china, anunciada el pasado mes junio, de abrir una investigación antidumping (competencia desleal) contra ciertas importaciones de carne de cerdo y derivados procedentes de la Unión Europea, en respuesta a la decisión de Bruselas de imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos. Esta medida podría afectar especialmente a España, principal país exportador europeo de cerdo a China. Durante el encuentro con Li, según informaron fuentes de Moncloa a la agencia EFE, el jefe del Ejecutivo defendió los altos estándares del sector porcino en España y expresó su deseo de que este asunto se solucione mediante el diálogo y la comprensión mutua. Por su parte, Li Qiang mostró su preocupación por los aranceles europeos a los automóviles eléctricos chinos, aseguró que todas las subvenciones a la industria del automóvil chino cumplen con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y lamentó que se trate de distinta forma a China, en esta materia, en comparación con otros países, como Estados Unidos o Canadá. Al término del encuentro, los dos dirigentes mostraron su intención de llegar a un acuerdo mediante el diálogo y la cooperación. No obstante, no se abordó cuál será el sentido del voto de España durante el debate en la Unión Europea sobre los aranceles a los vehículos eléctricos chinos. El posible conflicto comercial entre la UE y China también salió a la luz durante el resto de la visita de Pedro Sánchez a Pekín. El presidente del Gobierno inició la jornada con la inauguración del Noveno Foro China-España, organizado por la Fundación Consejo España-China y en el que actores políticos, económicos, académicos y culturales de ambos países debatieron sobre temas de gran interés para las relaciones bilaterales, como la innovación en clave verde, la protección de la biodiversidad y la prevención de la contaminación medioambiental y los intercambios culturales y turísticos. Durante su intervención, Sánchez abogó por fomentar los lazos turísticos entre los dos países. "Debemos seguir trabajando en mejorar la conectividad aérea entre nuestros dos países y facilitar la concesión de visados, un objetivo al que contribuye, sin duda, el crecimiento de nuestra red consular, con la ciudad de Chengdú como ejemplo más reciente", afirmó. "Nuestro objetivo, nuestra aspiración, es que cada vez más ciudadanos chinos puedan conocer España", añadió. Posteriormente, el presidente Sánchez inauguró el Consejo Asesor Empresarial España China (CAE), creado en 2018 y que integran 22 grandes empresas españolas y 21 chinas. Durante su intervención, el presidente del Gobierno advirtió de que “medidas como la imposición de aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos suponen un reto para todos”. Por ello, aseguró, España trabajará por una solución negociada y acordada en el marco de la OMC y defendió una solución negociada que permita crear una mayor igualdad de condiciones y fomentar el desarrollo de la industria europea en colaboración con las empresas chinas del sector, porque “una guerra comercial no beneficiaría a nadie. “En este entorno es vital que España y China mantengamos un diálogo constructivo y fundado en el respeto mutuo”, agregó.